Sustentabilidad

Hacia una arquitectura más sustentable | Manual de Construcción con Madera

por Andrés Muñoz, arq.
Según la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto-industrial, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, responsables del Manual, este tiene por finalidad proveer un marco de referencia para facilitar el diseño y construcción de edificios de estructura de planta baja y un piso de altura con el sistema de entramado de madera….

6 noviembre 2019 / by / in
Buenos Aires ciudad de plástico | Fingida sustentabilidad a escala urbana

por Andrés Muñoz, arq

La ciudad, cual maqueta escala uno en uno, viene siendo decorada por una nueva moda. Aparecieron en los últimos años vegetaciones que crecen a contrasentido de su propia naturaleza y adheridas como pantallas decorativas en edificios de viviendas y en locales comerciales con el único fin de gritarle al mundo su supuesta sustentabilidad….

30 octubre 2019 / by / in ,
La ventana indiscreta | Mecanismos para obtener mejores condiciones de temperatura interior

Por Gustavo Di Costa, arq
Esta nota sirve de pretexto para reconocer, una vez más, las bondades de las persianas como
aquellos óptimos sistemas capaces de brindar confort térmico en el interior de nuestros ambientes, a
partir de protegerlos del desmedido ingreso del sol en verano y reduciendo las pérdidas de
temperatura en invierno. Concretamente, nuevas líneas de Persianas Termoeficientes nos permiten
ahorrar un 45% de la energía consumida en calefacción y refrigeración.
Si su modesto departamento hubiera contado con persianas, seguramente, la historia de L.
B. Jefferies, el fotógrafo cuya pierna quebrada lo obliga al tedio de distraerse adivinando a
través de la ventana las andanzas de sus vecinos, sería otra muy distinta. Pero excusamos
al amigo Alfred Hitchcock, ya que gracias a ello, nos legó una joyita del cine de suspenso:
“La ventana indiscreta”. Exclusivamente lo exculpamos a él, no a los miles de arquitectos
quienes al adoptar las recomendaciones dictadas por las musas del “International Style”
sepultaron a la vieja y querida persiana. La misma que en la casa de nuestros abuelos nos
brindaba un inteligente y simple cobijo, cuando por la mañana, la cinta se deslizaba
descendiendo totalmente “la barrio”, impidiendo el paso del calor al interior de los ambientes.
La orden era “subite la persiana” de ese dormitorio mirando al este, así febo lo entibiaba en
las soleadas mañanas de invierno.
Pero atención que no se trata de nostalgia, ni siquiera de un artilugio “antiguo”. Hablamos de
confort higrotérmico, un concepto nada discutible. Bien concretito. La masa de temperatura
que atraviesa el vidrio de una ventana ineficientemente -o desprotegida- en verano e
invierno implica una cantidad de energía consumida en dicha compensación para alcanzar
el tan necesario confort interior. Esto es, consumo de gas para compensar las pérdidas en
invierno y de electricidad para acondicionar el ingreso del calor en verano. Intentos
“artificiales” para detener el obvio efecto invernadero provocado por el sol.
Sin mencionar el perjuicio provocado al ambiente, pensemos en el daño que un desmedido
consumo le reporta a nuestra economía. Argentina pagó en 2018 cerca de 15.000 millones
de dólares en la compra de combustibles para sostener una matriz energética que, si nos
sinceramos, pende de un hilo. Por su parte, el incremento en los costos de electricidad y gas
obligan al consumidor -ahora sí- a abandonar su “zona de confort” y solicitar a sus
arquitectos la colocación de los sistemas adecuados para resolver el gradiente térmico.

No solo de DVH vive el hombre… Ni de black out, el cual
crea una zona de disconfort térmico con fuerte
acumulación de calor entre el vidrio y la cortina.
Convección mediante, ese calor será transportado en
verano al interior de nuestros ambientes.

Las persianas del siglo XXI distan mucho (muchísimo) respecto de la vieja “barrio de
madera” con “cajón taparrollo”. De hecho, el argumento de los murciélagos anidando en su
interior ya no sirve como excusa para que el arquitecto proyectista no se vea obligado a
recurrir a los actuales detalles constructivos para resolver, con características sumamente
estéticas, dicho cajón. El mismo puede ser exterior, interior o permanecer escondido en el
espesor del muro, si se diseña materialmente su posición.
“Ser original es regresar al origen”, entonces, volvamos a dotar a nuestra arquitectura de
persianas eficientes. En la actualidad, existen múltiples propuestas, a costos más que accesibles, para destacar la estética de nuestras fachadas, y al mismo tiempo, obtener mejores condiciones de temperatura interior y el consecuente ahorro en las facturas de energía. Las persianas térmicas ofrecen un mayor aislamiento debido al diseño de sus
lamas rellenas de espuma de poliuretano. La longitud de esas persianas cubre un rango de
hasta 3 metros, provistas de tablillas con tapones laterales capaces de evitar enganches no
deseados, garantizando un adecuado accionamiento. Una traba de seguridad ubicada en el
zócalo impide su apertura desde el exterior.
La terminación “símil” madera del aluminio logra transmitir la calidez y el estilo propio
demandados por los frentes con “ladrillo a la vista”. Otro valor agregado lo aportan los
sistemas de automatización, los cuales integran el control y accionamiento de los mismos,
pudiendo ser operados a distancia desde cualquier tipo de dispositivo móvil.
Cuando el edificio carece de persianas es posible incorporarlas, sumando altas prestaciones
y un distintivo valor estético. Se comercializan en el mercado sistemas los cuales permiten
colocar persianas en aquellas obras concebidas con marcos de ventana sin guías, ni
taparollo armado o de mampostería. De esta manera, es posible instalar un Sistema de
Cajón Compacto Exterior, compuesto por un cajón con guía más una persiana a elección.
Su fácil y rápida instalación lo convierte en una solución de excelente aceptación e
implementación al no demandar obra húmeda.
Los ruidos también encuentran respuestas acertadas gracias a la nueva materialidad de las
persianas. Por ello, es importante elegir lamas con alma de poliuretano, capaces de anular
esos 30 dBA responsables de generar disconfort. Si se cuenta con un cajón tradicional de
mampostería, se colocará un panel multicapas de partículas de poliuretano, lográndose así
un aislamiento acústico el cual oscila entre los 20 y 30 dB. Al mismo tiempo, este material
colabora, por sus características, a un mejor aislamiento higrotérmico, contribuyendo
también con la eficiencia energética.

Por todo lo mencionado, dotemos a nuestras fachadas de
las persianas que el siglo XXI nos provee y nuestros
comitentes demandan.

Mientras tanto, me quedo con la duda sobre si el crimen que se cometió en “La Ventana
indiscreta” es el que se le endilga al personaje de Raymond Burr, o el verdadero delito fue
no haber colocado unas buenas persianas (no las representadas en el film) para que James
Stewart pasara sus horas sin ese molesto ventilador funcionando…
 
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CV
Gustavo Di Costa, arq./
Medalla de Oro de su promoción. En 1994 se le otorga la beca del CPAU por sus logros
académicos. Desde el año 1995 es Docente y luego JTP de la materia electiva “Práctica y
Organización de Obra” de la FADU-UBA. Desde el año 2001 se desempeña como Profesor
Titular de Cátedra “Construcciones II”, en la Facultad de Arquitectura de la UP. También fue
profesor titular en la USAL y docente de Integral. Fuera del ámbito académico, realiza
trabajos como consultor y especialista en documentaciones técnicas y realiza proyecto,
dirección y administración de obras de arquitectura de pequeña escala. Es además fundador
y Director de varias publicaciones técnicas como Revista ENTREPLANOS y COMPENDIO
de la Construcción, además de escritor asiduo de medios del sector como ARQ de Clarín,
Revista Vivienda, Revista Obra, El Constructor, entre muchos otros.

19 junio 2019 / by / in ,
Arquitectura cerámica sustentable | Un aliado en tiempos de crisis

Por Gustavo Di Costa, arq
Los Bloques Cerámicos Huecos (BCH) conforman elementos constructivos los cuales presentan un importante desarrollo en el mercado nacional. Cada vez más, la construcción de viviendas y edificios incorpora este material sobre la base de sus ventajas en cuanto a economía, rapidez de ejecución, buenas condiciones de aislación y resistencia. Se emplean principalmente para elevar muros, produciéndose también unidades portantes para losas y encadenados.
El parque edilicio argentino no fue construido a partir de un diseño higrotérmico, es por ello que en la actualidad las viviendas requieren de una cantidad de energía mucho mayor a la que podría llegar a demandarse mediante un buen detalle constructivo para lograr el confort de sus habitantes. La quita de subsidios en las tarifas de electricidad y gas, después de casi 15 años de permanecer congeladas, deviene en un significativo incremento en el costo de los mencionados servicios. Durante los últimos años, la demanda energética creció exponencialmente, a un ritmo visiblemente mayor respecto de la oferta. La mayor parte de la población argentina comenzó a tomar conciencia, en este último tiempo, sobre el uso responsable de la energía, principalmente, por la retribución económica que su valor implica en la actualidad. Por otro lado, el consumo de energía en la industria de la construcción representa más del 40% del total. Reducir dicho valor implicaría un evidente alivio de la crisis energética, junto a la consecuente protección del medio ambiente.
 
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Los Bloques Cerámicos Huecos (BCH) constituyen uno de los sistemas constructivos más utilizados en Argentina, representando un eficiente agente para la retención de energía dentro de un ambiente, siempre que el muro cuente con un adecuado diseño. Los BCH han evolucionado a la par de los avances tecnológicos de la industria de la construcción. Las mejoras fueron dirigidas -mayormente- al ladrillo hueco y específicamente al portante, ya que, por sus características, la relación costo/beneficio de su utilización es mucho mayor respecto a la del ladrillo macizo. Algunas propiedades se han optimizado, como la resistencia al fuego, el bajo mantenimiento, la durabilidad, mientras otras fueron incluidas, acercándolos a las propiedades de los materiales más comunes en el diseño de estructuras (como el hormigón armado, por ejemplo).
Entre las optimizaciones tecnológicas de los BCH se suman las cualidades de aislamiento, no solamente térmico, sino también, acústico y humídico. Se han desarrollado diseños de mampuestos con un mayor porcentaje de huecos, los cuales permiten la puesta en obra con sus orificios en posición vertical, evitando que el mortero escurra dentro de la junta. Se incrementaron notablemente sus valores de resistencia mecánica a la compresión y su uso conjunto con barras de acero les brinda gran resistencia a flexotracción, corte y torsión. El aumento del tamaño de los BCH y la disminución del espesor necesario de las juntas de mortero, permiten reducir los tiempos de ejecución.
Se relevan en el mercado una gran variedad de BCH, tanto en dimensiones como en modelos, posibilitando una importante variedad de cerramientos definidos en los detalles constructivos de los proyectistas y diseñadores de obras de arquitectura.

BCH y termoeficiencia

En promedio, más de la mitad del gasto energético de una vivienda proviene de su climatización. De esta forma, a partir de un buen diseño y el uso de elementos que mejoren la aislación térmica, se podrá reducir considerablemente la demanda de energía, obteniendo espacios sumamente confortables para sus habitantes.

“El 58% del consumo energético medio de una vivienda proviene de su calefacción y refrigeración, lo cual convierte a la aislación térmica en una variable clave de la construcción actual. Un adecuado aislamiento térmico de las envolventes, es decir, muros y techos, permite ahorros de hasta el 40% en la tarifa de gas y electricidad, al disminuir los consumos en calefacción y aire acondicionado. Al momento de construir, la inversión en aislación térmica es sólo de un 2 a 3% mayor. Dicho costo adicional en el presupuesto se amortiza directamente mediante un menor gasto verificado en la compra de equipos de climatización, en ocasiones, severamente sobredimensionados. Es importante tener conciencia no sólo de los aspectos económicos, sino también, de los ambientales, ya que aislar correctamente permite el uso racional y eficiente de recursos energéticos cada vez más escasos y no renovables. La energía más limpia es la que no se consume, y la más económica resulta ser aquella que no se pierde. Aislar bien una casa es hoy una inversión que retorna en ahorro energético, por ende, en dinero y en calidad ambiental…”, sentencian especialistas en el tema.

Para lograr una buena aislación térmica es importante analizar las solicitaciones a las cuales se encuentra sometida cada muro, su asoleamiento y orientación, para luego utilizar el BCH adecuado. Adicionalmente, los morteros y revoques deben ser correctamente ejecutados, con los agregados necesarios y dosificados para garantizar una buena aislación térmica e hidrófuga.
Teniendo en cuenta que la pérdida de calor por transferencia en las envolventes externas representa entre el 60% y el 80% de la pérdida total de calor en un edificio, se debe poner especial foco en la mejora de su rendimiento térmico. Para ello se deberá, además, proponer soluciones que no encarezcan significativamente el proyecto, no retrasen el tiempo de construcción y no sacrifiquen metros construibles.

La necesidad de aislar térmicamente un edificio se encuentra justificada por cuatro razones:

a) Economizar energía, al limitar las pérdidas térmicas en muros y cubiertas.
b) Optimizar el confort térmico, al acotar el diferencial de temperatura de los paramentos interiores de los muros exteriores.
c) Mejorar el contexto ambiental, al decrecer la emisión de contaminantes asociados a la generación de energía.
d) Eliminar los fenómenos de condensación, y con ello, evitar humedades y pérdidas de aislamiento en los cerramientos.
En todas las citadas variables, los BCH tienen mucho que aportar.

“La actual tendencia consiste en desarrollar BCH con mayor capacidad aislante -expresa el Ing. Fernando Rico, presidente de la Cámara Industrial de la Cerámica Roja-. Esto se logra con piezas de mayor espesor y eficientes modificaciones en la composición de la masa para volverla más porosa. Cuanto mayor resulta ser el espesor de los bloques, más cantidad de celdas interiores permite incorporar, generando una mayor resistencia térmica. La utilización de bloques termoeficientes implica una inversión adicional de entre el 12% y el 42% y un retorno de, aproximadamente, un 60% del ahorro en energía destinada a climatización. La incidencia promedio analizada de los BCH en una obra, dependiendo de las particularidades del proyecto, oscila entre un 3 al 5% para los edificios en altura y entre el 8 al 11% en viviendas unifamiliares. Hablamos de inversión en estos valores, ya que el recupero en términos de costo energético brindarán frutos más rápidamente, dado el incremento en las facturas de gas y electricidad. Por todo ello, los BCH conforman un sistema constructivo de gran presencia, no solo en el imaginario de los desarrolladores -invertir en ladrillos-, sino también, en la elección de los profesionales de la industria de la construcción. El desafío de la CICER, junto con sus empresas integrantes, implica brindar más información técnica para fundamentar las muchas y muy buenas propiedades que los BCH pueden sumar en un proyecto de arquitectura”, concluye el Ing. Fernando Rico, presidente de la Cámara Industrial de la Cerámica Roja.

5 diciembre 2018 / by / in ,
Estrategias Proyectuales de 6 obras sustentables que te van a sorprender

A través de las estrategias proyectuales que utilizan estas obras y el tipo de materiales y recursos, estrategias de calidad ambiental, eficiencia energética, consumo de agua, movilidad sustentable y manejo de residuos se puede observar de qué manera la profesión entiende la sustentabilidad y qué estrategias se emplean para materializarla.
Te proponemos entonces revisar estas seis obras para sorprenderte!
Casa Fenix Huerta Carvajal / Universidad Técnica Federico Santa María

Casa Fenix Huerta Carvajal | Hormazábal + Sills + Pino + Gálvez + Rojas + Carrasco + Sepúlveda


Coodo / Mark Schmiedel

COODO | Mark Schmiedel


Green House Aguaribay / Green House

Green House Aguaribay


La Casa Uruguaya / Eliseo Cabrera arq

Casa Fenix Huerta Carvajal | Hormazábal + Sills + Pino + Gálvez + Rojas + Carrasco + Sepúlveda


Módulo H / Alejandro Borrachia + IGEO

Módulo H | Arq. Alejandro H. Borrachia – IGEO


Smart Design House / SDHouse

Smart Design House | SDHouse


 
 

20 noviembre 2018 / by / in
Código de Edificación ¿Sustentable?

Por Andrés Muñoz, arq.

Dentro de la estructura normativa del Nuevo Código de Edificación que está desarrollando el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte uno de los 9 ejes conceptuales es el de “Sustentabilidad y eficiencia energética”. Esto permitiría suponer que es una categoría de importancia y que, por lo tanto, posee un acabado desarrollo en el texto. Sin embargo, su presencia es bastante tímida y además va languideciendo a medida que avanzan los borradores.
Esta situación queda demostrada en una rápida verificación. Al buscar el término “sustentable” en el primer borrador de febrero del año pasado, el mismo es mencionado 18 veces; Si se lo busca en el cuarto borrador, de abril de este año, el vocablo aparece tan sólo 8 veces. Efectivamente, la última versión del Código tiene 169 páginas menos que la primera, lo que a priori habilitaría a pensar que lo sustentable es un tema “víctima del recorte”. Se suprimen, en principio, prácticamente todas las menciones fuera del capítulo específico dedicado a lo sustentable, pero no sólo eso. En la que vendría a ser introducción o prólogo al Primer borrador se mencionaba reiteradamente la cuestión, como parte esencial de los fundamentos al tiempo que explicitaba la necesidad de reforma del Código vigente. Allí se indicaban como antecedentes el Articulo Nº 27 de la Constitución de la Ciudad, que traza los lineamientos para hacer de Buenos Aires una metrópolis, entre otras cosas y como primera condición, sustentable y respetuosa del medio ambiente. Las mismas intenciones son reiteradas en el Plan Urbano Ambiental, Artículo Nº 24, donde se reconoce que el Código de Edificación “propenderá a la utilización de criterios Bioclimáticos (…) mediante la promoción de disposiciones, técnicas y materiales adecuados a dichos fines”.
cuadro
El prólogo del Primer borrador además manifiesta la obligación de “desarrollar políticas que refuercen la sustentabilidad urbana y edilicia”, que se conviertan en el soporte técnico necesario para que se den aquellos tipos de construcciones. Hacia el final del texto vuelven a dedicársele dos párrafos enteros, donde entre otras cosas, directamente se lo nomina a éste como “El Nuevo Código de Edificación Sustentable”. Pero, como dice el refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho” y si bien se entiende que los contenidos del Código van mucho más allá de normar la nueva eco-arquitectura, su presencia no es representativa de la importancia que desde la introducción parece dársele, ya que con poco más del 2% de las páginas pasa a ser cuantitativamente despreciable.
Cualitativamente, en la última revisión del Código se observa una aparente variación en la organización de los contenidos del capítulo de lo sustentable. En un rápido vistazo, las “variables ambientales a considerar y requisitos mínimos a cumplir” parecen ser las mismas. Redundan en similares temáticas, la protección frente a la humedad, frente al contaminación sonora, ahorro de energía, manejo de las aguas – ralentización, acondicionamiento térmico de la envolvente, recolección – evacuación de residuos y techos verdes. Se notan algunas ausencias como la variable de la movilidad sustentable aplicada a las viviendas y la del tipo de materiales emplear. Si bien es lógico pensar que todo lo referido a los materiales quede fuera del Código para evitar anacronismos[1], es llamativa la diferencia con la que se viene abordando la arquitectura sustentable en la capital versus el resto del país. Hasta el tercer borrador figura como tema, incluso en el índice, la “Prohibición de Utilizar Tierra o Arcilla” en la ciudad mientras que cada vez son más los municipios que aprueban este tipo de construcciones basándose justamente, en la sustentabilidad. Independientemente de esto, los cambios son fundamentales en dos aspectos. Y tan fundamentales son, que cambian absolutamente el sentido de la norma.

Por un lado, el Primer borrador proponía una gradualidad en la aplicación de las nuevas exigencias que partía de los edificios de más de 1500 m2 y año a año iba aumentando el rango de alcance hasta abarcar construcciones desde 500 m2, en un plazo de cuatro años. Afectaría así solamente al 41% de las obras nuevas con destino vivienda y al 32% de las destinadas a otros usos[2], logrando guarismos muy cercanos al 100% en los términos estipulados. Esa gradualidad desaparece en el Cuarto borrador donde, directamente indica que estas normas son de cumplimiento obligatorio para “Toda obra nueva o ampliación mayor a 1000 m2”. Esto equivale al 60% de las viviendas y al 48% de “otros destinos”[3], lo que demuestra que en principio será más la cantidad de obras afectadas pero no está previsto que esta normativa alcance la totalidad de las construcciones, dejando fuera a las viviendas unifamiliares y a los comercios minoristas, entre otros usos.

Empero, la decisión de que toda la obra nueva nunca vaya a ser sustentable no es el más llamativo cambio, sino que es aquello que se les exige cumplir para ser consideradas “sustentables”[4].
El primer borrador indicaba como obligatorio la “aplicación de estas exigencias” para “…las construcciones nuevas (…) correspondientes a edificios públicos o privados…”, es decir para todas las obras todas las exigencias reglamentadas. El Cuarto borrador, lamentablemente, sólo exige que se “…deberán cumplir las soluciones de diseño pasivo frente a la prevención de riesgos hídricos, prevención de la isla de calor y restauración de biodiversidad” que se restringen a un único recurso, la implementación de “Techos verdes”.

No es que el “techo verde” sea en sí mismo una mala medida, sino que es la única que deja el Código interpretar como de carácter obligatorio. Allí menciona que serán forzosos 3 ítems que el mismo Código no define posteriormente, sino que son únicamente mencionados en relación a la materialización de los techos verdes. Éstos pasaron de ser algo a “estimular en las áreas con alta vulnerabilidad hídrica”, útil pero ni obligatorio ni el único requisito a cumplir, a ser la única condición de sustentabilidad.

El cambio conceptual es más que evidente y es además preocupante. El recurso del techo verde es más cosmético que integral y dista mucho de ser una medida que ataque verdaderamente el problema. Esto parece más un reflote de una “vieja idea del gobierno”, una ley de junio del año 2010, por medio de la Resolución Nº 175/GCABA/APRA/10, que creaba el “Programa de Cubiertas Verdes en Edificios Públicos – Agencia de Protección Ambiental – Dirección General de Planeamiento”.
Entre los antecedentes y fundamentos de esta ley de “techos verdes” figuran como protagonistas centrales los tres ítems que menciona el nuevo borrador del Código de Edificación, mencionando que “… controlan la temperatura…” (prevención de la isla de calor), “…absorben agua de lluvia y desaceleran el escurrimiento…” (prevención de riesgos hídricos) y “… fomentan la biodiversidad…” (restauración de biodiversidad).
escuelas
De esta ley, es difícil encontrar ejemplos de aplicación más allá de la muy nombrada “Escuela N°6 “French y Beruti”. Recientemente se le hizo publicidad al “techo verde” de la Casa Rosada, una suerte de huerta en la terraza de la sede de gobierno nacional que dista bastante de poder considerarse como una verdadera propuesta integral. Cabe entonces preguntarse, ¿cuál será el verdadero impacto de estas medidas? ¿será el cumplimento obligatorio de una ley de hace casi 10 años que no tuvo éxito? Tal vez, habría que revalorizar aquella sentencia que apunta “Si querés resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Pues bien, parece que están haciendo lo mismo.


NOTAS
[1] Anacronismos como los del Código Civil que incluye en su texto referencias al muro divisorio de predios de piedra, que se ha dejado de utilizar. Es entonces aceptable que todo aquello referido a los materiales figure en Reglamentos específicos, más sencillos de mantener actualizados que un Código, el cual requiere procesos legislativos de mayor complejidad.
[2] Tomando como base los datos proporcionados por la Dirección General de Estadística y Censos para el año 2007. Permisos solicitados de construcciones nuevas por destino de la obra según tramo de superficie – Ciudad de Buenos Aires. Año 2017, sobre la base de datos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte. Dirección General de Registro de Obras y Catastro.
[3] ibíd.
[4] El Código establece también algunas recompensas no explicitadas para “aquellas construcciones que
decidan considerar la construcción sustentable de manera de obtener créditos para beneficios futuros”. Todas las otras medidas mencionadas en el Código son expresadas como “sugerencias” y no obligaciones.


BIBLIOGRAFIA
Agencia de Protección Ambiental, (2010), Creación del Programa de Cubiertas Verdes en Edificios Públicos – Agenciad de Protección Ambiental – Dirección General de Planeamiento, mediante Resolución Nº 175/GCABA/
APRA/10, Recuperado el 13/5/2018 de http://www.buenosaires.gob.ar/areas/med_ambiente/apra/des_sust/ archivos/cubiertas/res_b175.pdf
Consejo del Plan Urbano Ambiental, (2009), Plan Urbano Ambiental, Ley Nº 2930, Buenos Aires: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Convención Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires, (1996), Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dirección General de Estadística y Censos (Ministerio de Hacienda GCBA), (2017), Permisos solicitados de construcciones nuevas por destino de la obra según tramo de superficie – Ciudad de Buenos Aires, Recuperado el 13/5/2018 de http://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/?p=81369
Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, (2018), Nuevo Código de Edificación, borradores Nº 1, 2, 3 y 4, Recuperado el 13/5/2018 de http://www.buenosaires.gob.ar/desarrollourbano/nuevo-codigo-de-edificacion
 

13 noviembre 2018 / by / in ,
Premio DOMUS LAB a la Innovación en el Hábitat Sostenible.

En Septiembre los miembros del jurado evaluaron y eligieron los cuatro premios, uno por Categoría y las Menciones de honor sin orden de mérito. Apelando a la consigna del concurso centrada en la innovación se seleccionaron proyectos que buscaran respuestas de triple impacto dando soluciones con valor económico que incluyan además a la variable conciencia social como eje de la propuesta, al tiempo que da una respuesta satisfactoria desde el Diseño y la Sustentabilidad.
El Premio a la Innovación en el Hábitat Sostenible, se entregó el pasado martes 9 de octubre, en Fundación PROA, para cuatro categorías en el contexto de la Semana del Diseño de la Ciudad de Buenos Aires, bajo el lema Habitá el futuro! Se llevó a cabo un happening de experiencias dedicado a la innovación, nuevas tendencias y tecnologías para la vivienda.
Se premiaron ideas, diseños, desarrollos y acciones innovadoras en relación al hábitat sostenible que se estén gestando en nuestro país y que promueven un cambio profundo en las problemáticas urbano-habitacionales.
A continuación, te mostramos a los Premios DOMUS LAB de cada categoría:

Premio DOMUS LAB a la Innovación en el hábitat sostenible
Categoría Empresas.

Fue para Lucas Recalde, Victoria Paez Molina y Julio Federico Brunas, por su proyecto 3 Construcciones, quienes contaron con la colaboración de Mónica Buthet, María Victoria Ferraro, María Constanza Agüero y Juan Pablo Cmet. La empresa de triple impacto obtuvo el premio por su sistema constructivo basado en la reutilización del PET.
 
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“Como profesionales de la construcción y agentes activos y conscientes de que vivimos un momento crucial para nuestro medio ambiente creemos que la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático, deben convertirse en una preocupación y ocupación de todos los sectores productivos. La suma de ambos escenarios, nos lleva al diseño de un prototipo de vivienda sustentable y de bajo costo, que al mismo tiempo acerca la posibilidad de una vivienda digna a aquellas personas que quieren construir un hogar. Generamos un producto innovador que, durante su etapa de fabricación, consume niveles bajísimos de energía y no requiere el empleo de agua, disminuyendo a su vez la basura mediante la reutilización de botellas PET y otros plásticos. Mediante la aplicación de este sistema se generan también puestos de trabajo en comunidades vulnerables de nuestra sociedad disminuyendo así los costos de construcción.”
 
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El Premio fue entregado por el Señor Fabián Larobina, Gerente de Marketing de la empresa IPS, Global Sponsor del Premio Domus Lab.
 

Premio DOMUS LAB a la Innovación en el hábitat sostenible
Categoría Estudiantes

 
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El Premio fue para los arquitectos cordobeses Tomás Gulle, Ariel Matías Álvarez Cueto y Rodrigo Carnero Vidal por su trabajo final de carrera que reinterpreta las necesidades habitativas de los wichis.
“Los modos de habitar en las comunidades Wichí por su condición de precariedad expresan el temor a la desterritorialización viviendo al margen de las condiciones de salubridad y al ser insalubre las respuestas que les da el hábitat atenta contra la calidad de vida.En el marco de este contexto y con la intención de realizar un proyecto que amplié los límites del ámbito académico y que impacte en una realidad concreta surge nuestro trabajo de Tesis de Grado el cual aborda problemáticas de las comunidades Wichís del Chaco Salteño argentino. El foco de estudio son las comunidades y su progresiva disolución, junto a la ausencia de infraestructura y déficit habitacional. El objetivo del proyecto es, mediante la vivienda como instrumento, promover un plan de acción que apunte al desarrollo integral de las comunidades.”
 
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Entregó el Premio el Ingeniero Santiago Lesser, Gerente de Construcción de Ternium, Global Sponsor del Premio Domus Lab.
 

Premio DOMUS LAB a la Innovación en el hábitat sostenible
Categoría Investigadores

En esta categoría el proyecto premiado fue “PAAF!!”, Programa Académico de Asistencia Federal, cuyo equipo autor está integrado por reconocidos arquitectos: Alejandro Borrachia, Carlos Salaberry, Jorge Barroso, Pablo Itzcovich, Fernando Pini, Alejandro Lowus, Alejandro Albistur, Gabriel Sottile, Agustín Moscato, Fernando Robles, Gastón Budín, Sebastian Cecchetti, Vanesa Franco Gómez .
 
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“La UM FADAU, como muchas otras escuelas de arquitectura cierra su ciclo de estudios con la entrega de un Proyecto Final Integrador (PFI); La diferencia sustancial tal vez radica en el fuerte componente social que como lineamiento posee la facultad toda y que principalmente se manifiesta en la cátedra fundada por su anterior decano y precursor de estos temas, el arquitecto Oscar Borrachia, junto a los arquitectos Carlos Sallaberry y Jorge Barroso; Y seguramente en que cada alumno se recibe de arquitecto proyectando, gestionando y construyendo un edificio en pleno funcionamiento que se dona a una comunidad necesitada de nuestro país Durante el año 2016, la cátedra de PFI, propuso a sus alumnos cursantes, construir un módulo habitable en escala real destinado a familias y comunidades marginadas, buscando candidatos en todo nuestro país. Hoy, después de dos años de trabajo los resultados de esa iniciativa se multiplican exponencialmente.
El primer grupo de alumnos en finalizar este trabajo viajó a la provincia de Santiago del Estero, en el Noroeste de la Argentina, y construyó un módulo habitable y flexible de tecnología en madera, chapa y adobe, que responde a las condiciones del clima y a la identidad cultural de esa región.”

 
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El Ingeniero Daniel Cwirenbaum, Presidente de Grupo A2, fue el encargado de entregar el Premio para el equipo encabezado por el Arquitecto Alejandro Borrachia.
 

Premio DOMUS LAB a la Innovación en el hábitat sostenible
Categoría Profesionales

 
El premio fue para la obra Casa-Estudio Refugio Urbano de los arquitectos cordobeses Agustín Berzero y Valeria Jarós, los cuales no pudieron asistir a la ceremonia, ya que se encuentran cursando una maestría en el exterior.
 
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“Sobre el área peri central y ligado al Arroyo La Cañada se ubica el terreno de 9x16m con el fin de resolver un pequeño refugio urbano en un planteo mixturado “casa-trabajo”. El proyecto parte de una estructura espacial existente que prácticamente cubría la totalidad del terreno. A partir de la acción de comenzar a socavar la masa se definen los patios que estructuran el planteo. La propuesta se materializa con 2 lógicas constructivas. Se resuelve el nivel inferior en construcción tradicional dotando de estructura la pre-existencia al incorporar 2 vigas de hormigón armado visto que reciben las cargas de la caja superior resuelta en vía seca. Todo el perímetro del terreno se materializa con el vulgar “ladrillo cerámico” el cual se corta en 3 partes con el fin de optimizar el material y componer una envolvente cribada de 8m de altura que define la expresión de la propuesta, resuelve las condiciones de seguridad y construye en su interior una atmósfera espacial de gran calidad.”
 
 

18 octubre 2018 / by / in ,
Taller de Diseño para la Vivienda Social Sustentable

Con la organización en conjunto del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial; se llevó a cabo el Taller de Diseño para la Vivienda Social Sustentable, en el marco del Proyecto GEF para Argentina. El encuentro generó un espacio de intercambio donde los Institutos Provinciales de Vivienda trabajaron colaborativamente en el diseño de los prototipos de vivienda junto a expertos internacionales y nacionales en vivienda y eficiencia energética, junto a los equipos técnicos de los Ministerios….

16 julio 2018 / by / in ,