Tras 15 años de abandono, la Terminal TWA, obra íconica y póstuma del arquitecto finés Eero Saarinen, se transformará en parte de un complejo hotelero.
Así lo anunció recientemente el gobernador del estado de New York, Andrew Cuomo, en septiembre pasado. Este anuncio viene a subsanar la falta de un hotel en el aeropuerto JFK de NY, uno de los pocos sin un hotel en sus inmediaciones en EEUU. En 2018 se reinaugurará como la TWA Flight Center Hotel, con 505 habitaciones distribuidas en dos torres de seis pisos, que se construirán en las inmediaciones de la Terminal TWA.
Según el plan dado a conocer a la prensa, las obras comenzarán el año que viene. El emprendimiento costará aproximadamente 265 millones de dólares, y generará 3500 puestos de trabajo.
Una de las premisas que se establecieron a la hora de autorizar la intervención fue que se debía respetar a rajatabla la integridad del diseño original de la Terminal TWA. De esta manera, la creación de Saarinen se mantendría sin modificaciones.
La terminal TWA fue inaugurada en 1962, un año después de la sorpresiva e inesperada muerte de Saarinen en el 61, durante su construcción. Como consecuencia de este hecho, fue el jóven César Pelli (quien había ingresado recientemente en su estudio) el encargado de llevar adelante las obras hasta la inauguración.
El icónico edificio de hormigón se inspira en la imagen de un pájaro a punto de levantar vuelo. La plasticidad de sus formas, sumado a sus innovaciones tecnológicas (fue la primera terminal en contar con cintas transportadoras para entregar el equipaje, anuncios en altavoz para comunicar los vuelos y mangas para llegar al avión), convirtieron a la obra en un emblema de la arquitectura moderna.
Durante los siguientes años, la fama de la Terminal TWA la llevó que su imagen fuera sinónimo del aeropuerto neoyorquino. Sin embargo, a causa de su definido y, aunque parezca paradójico, poco adaptable diseño, quedó obsoleta a fines de la década del 90 ya que el edificio no podía adecuarse a los requerimientos de los nuevos aviones ni a los volúmenes de pasajeros actuales. En el 2001 la aerolínea TWA quebró y la Terminal TWA dejó de usarse, aunque fue utilizada como set de filmación en la película Atrápame si puedes.
En 1994 la ciudad de New York designó a la Terminal TWA como un sitio histórico y en 2005 el Servicio Nacional de Parques la incluyó en el Registro Nacional de Sitios Históricos. Habrá que esperar a 2018 para ver los resultados de su inclusión en este complejo hotelero.
