Ciudad

por Andrés Muñoz, arq.

Sightsmap es un sitio web interactivo que permite, como su nombre lo indica, visualizar los lugares más fotografiados del mundo. Entre las primeras ciudades en cantidad de fotografías están Nueva York, con su museo Solomon R. Guggenheim de Frank Lloyd Wright, Roma con la iglesia que remata Piazza Spagna, Trinità dei Monti y Barcelona con el maravilloso Park Güel de Antonio Gaudí. Sin embargo, nuestra ciudad no se queda atrás, ostentando un noveno lugar gracias a “Caminito”, el sitio más fotografiado de Buenos Aires.
La propuesta, creada en 2012 por Tanel Tammet es interesante, ya que muestra a través de un mapa de calor que se superpone sobre Google Maps el número de fotos que se sacaron en determinado lugar a partir de diversas fuentes que van desde Panoramio hasta la mismísima Wikipedia, toda una demostración del poder del Bigdata. El objetivo del sitio, en realidad, es poder mostrar los lugares más atrayentes para el turismo, permitiendo a uno armar su propio mapeo, para lo cual agrega más información a través de links. De todos modos es interesante observar en el listado algunas presencias (zonas rojas del mapa) y porqué no ausencias (zonas oscuras), siempre referenciadas a algún tipo de arquitectura.
El pintoresquismo propio de las construcciones de chapa y madera realizadas por los inmigrantes italianos en La Boca llama la atención por su colorida precariedad. No se trata precisamente de un conjunto diseñado por un renombrado arquitecto, sino que es más bien el testimonio congelado de nuestra propia historia. Ya en el puesto dos, aparece una obra del Arq. Alberto Prebisch, el obelisco como telón de fondo de la Plaza de la República. En la Plaza de Mayo, según para que lado apunten las fotos hay varias obras que rescatar, desde la restauración de Buschiazzo del Cabildo hasta la propia Casa Rosada, unificada por Tamburini , la Catedral con la fachada neoclásica de Prospero Catelín y el Banco Nación, de Bustillo. Mis apuestas, sin embargo, van por el famoso balcón de la Casa Rosada donde supo dar su discurso Eva Perón.
Sorprende a muchos la Floralis Genérica de Catalano pero no tanto una de las pocas obras de un arquitecto del Star System que tenemos en nuestro país, como lo es el Puente de la Mujer de Calatrava. A partir del quinto puesto, empiezan a aparecer lugares de Shopping como las Galerías Pacífico (quinto puesto), el Alto Palermo (quinceavo puesto) y el Abasto Shopping (puesto número diecisiete).
Dentro de los 20 más fotografiados ingresan si, lugares menos pintorescos aún como la Terminal del Buquebús, el edificio de la AMIA y la sede central del AFA. Esto nos puede dejar dos moralejas, por un lado la verificación del refrán, “sobre gustos y colores no han escrito los autores”, todo es motivo de una fotografía, pero además y -seguramente más útil- hay que pensar muy bien el lugar donde sacarnos una selfie si es que realmente queremos ser originales.
Acá te dejo la lista completa:
1º Caminito
2º Plaza de la República
3º Plaza de Mayo
4º Floralis Genérica
5º Galerías Pacífico
6º Puente de la Mujer
7º Casa Rosada
8º San Telmo
9º Jardín Japonés
10º Museo Nacional de Bellas Artes
11º Puerto Madero
12º Centro Cultural Recoleta
13º Terminal Buquebús
14º Plaza San Martín
15º Alto Palermo Shopping
16º Cementerio de la Recoleta
17º Abasto Shopping
18º La Boca
19º AMIA
20º AFA
 
Y haciendo click acá podés entrar al sitio para seguir mapeando más resultados.
 

por Andrés Muñoz, arq.

 
“Más segura”, “más iluminada”, “más linda” son en general las adjetivaciones que usa la gente para definir la nueva obra, inaugurada hace pocos meses como parte de la campaña electoral del actual Jefe de Gobierno.
Además, los nuevos equipamientos gastronómicos parecen ser apreciados por los estudiantes y vecinos que, si bien no están abiertos todos los anunciados, ya funcionan como una suerte de nuevo lugar de reunión. A costa de los bolsillos de sus asiduos visitantes la propuesta materializa, en vez de un comedor estudiantil de calidad, un patio de comidas al aire libre, primando la función comercial por sobre la social.
Otros vecinos, denuncian algo que se puede apreciar a simple vista, y es que la cantidad de espacio verde no ha aumentado considerablemente, de hecho el mismo patio de comidas es puramente de cemento, al tener que cubrir el garaje del nivel por debajo del mismo.
Otra de las críticas que recibe es que, como muchas plazas de la ciudad, no tiene baños públicos. Eventualmente el cine podría incorporarlos empero -en caso de ser así- probablemente sea para los cinéfilos que hayan abonado su ticket. Esto también remarca la clara vocación de explotación comercial de la plaza; realmente no importa brindar los servicios necesarios a sus visitantes, sino sacar renta de cada metro cuadrado remodelado. De hecho, se conservó la misma cantidad de estacionamientos disponibles antes de la reforma, evitando que se pierda el ingreso que ello produce.
Las copiosas lluvias de este último tiempo han puesto a prueba el sistema de desagües de la por demás desprolijamente terminada explanada que colinda con el “Monumento a los desaparecidos” sobre la calle Junín. La misma se inundó muy a pesar de “las nuevas obras”, debiendo ser clausurada en el transcurso de la semana pasada para el paso de los transeúntes.
Sin embargo, la peor de las denuncias no proviene de los vecinos, sino de una Legisladora del bloque del Frente para la Victoria, Andrea Conde, quien denuncia:

“Votamos una ley para favorecer a los 180.000 estudiantes que transitan cotidianamente por el lugar. En cambio, el PRO transformó este proyecto en un negocio para pocos”.

El portal de internet “nuestrasvoces.com.ar” ha indicado que la obra del “polo gastronómico” ha sido adjudicada a “Lamp Investments SA”, empresa creada tan sólo dos meses antes de la licitación, con domicilio coincidente con dos emprésitos del Subsecretario de Proyectos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Álvaro García Resta. Las mismas se ubican en el barrio de Colegiales, siendo una de ellas el propio estudio del arquitecto “2AG Arquitectos”. Demás está decir que dicha situación sería incompatible con su cargo público.
El diario “Ambito financiero” también se hizo eco de la noticia, sumando que la licitación – que realizó el Ministerio de Modernización de la Ciudad- es por 20 años con posibilidad de prórroga por otros 10.
Independientemente del curso de estas denuncias y su efecto, e independientemente de las irregularidades detectadas, la obra deja mucho que desear y es otro caso testigo de la explotación de los espacios públicos y la deformación de su vocación original, en detrimento de la ciudad y de sus habitantes.
Si querés seguir leyendo sobre el tema:

Gato por liebre | Un espacio condenado a no ser plaza

por Andrés Muñoz, arq.

 
¿Solicitaste la reparación de tu vereda? La página web del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ofrece a sus visitantes la posibilidad de solicitar la reparación de veredas en caso de peligro por hundimiento e insta a llamar a la línea 103 para emergencias en la vía pública. Pero, ¿es realmente eso lo que sucede con las veredas de Buenos Aires?
Distintos medios estiman cifras de entre 6 y 7 millones de pesos por día despilfarrados en “mejora” del espacio público. No sólo la coyuntura socioeconómica no permite a la moral materializar semejante improperio, sino que encima no es necesario. El presupuesto estimado en más de 2000 millones de pesos, supera con creces a lo destinado en escuelas, que es menos de la mitad de lo que se “invierte” sucesivamente en el sinfín de veces que se hacen y rehacen las veredas. Ah si, porque además parece imposible coordinar con todas las empresas que utilizan la vía pública para circular sus servicios.
Vengo observando este fenómeno en toda la zona céntrica y no tan céntrica de la ciudad hasta que mi propia vereda fue realizada a nuevo sin absolutamente ninguna necesidad. El trabajo ya lleva varios meses y aún no terminaron. Al observar en detalle la obra realizada, no sólo no es prolija y carece de resolución de detalles, sino que encima realiza cambios, cuanto menos innecesarios. Por ejemplo, la misma baldosa es remplazada por una que luce exactamente igual. Se extrajeron los cordones de granito para reemplazarlos por unos de hormigón, realizados in situ. Por el paso de los años los bordes de los cordones de piedra estaban bien adaptados y redondeados. En cambio, los bordes de los flamantes cordones de hormigón son inconstantes, deformes y llenos de imperfecciones. Los puntos que requieren más atención como los canteros de los árboles son abandonados a su suerte indefinidamente, logrando potenciar aún más el aspecto inconcluso de la obra. Pareciera que lo único importante es que las vallas amarillas ocupen mucho tiempo la vía pública y dificulten la circulación de las maneras insospechadas.
Según figura en la página del GCABA, el Organismo responsable es el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, quien debe llevar a cabo la friolera del 80% de las veredas de la ciudad, probablemente antes de las elecciones, ¿coincidencia o premeditación? ¿necesidad o campaña? ¿amiguismo o reactivación económica?
Empero, independientemente de las razones que muevan este triste desfile, la homogenización del espacio público atenta contra la propia identidad barrial y arrasa con toda lectura posible de las sucesivas capas históricas que constituyen la propia esencia de la ciudad, perdida en un uniforme manto gris de dudosa calidad o atributo estético.
 

por Andrés Muñoz, arq

Los “coworkings” o “espacios de trabajo compartidos” son lugares donde hay una serie de amplias áreas comunes donde sus ocupantes no poseen un sitio fijo, sino que más bien se instalan donde lo deseen. Así, si necesitan trabajar de manera independiente se alejarán o si quieren o requieren de interactuar, lo harán en otro sitio. La espacialidad allí presente se supone que fomenta las relaciones interpersonales y la posibilidad de cooperación entre pares en vistas a determinado negocio, el cual podría incluso surgir dentro del propio ambiente creativo que se proponen.
 

 
Estos sitios, que muchas veces vienen a salvar la necesidad de un espacio físico donde, por ejemplo, recibir a clientes y proveedores, vienen creciendo junto al homeworking, otra tendencia que cada vez se afianza más en nuestra sociedad. Como enclaves neutrales, ofrecen oficinas de alquiler temporario, con todos los servicios necesarios como corriente eléctrica, seguridad y limpieza pero cada vez se extienden más en su oferta. Desde escritorios a espacios de reunión, servicios como mensajería, lockers, gastronomía e incluso gimnasios. Proponen una nueva forma de vida para la generación de los “millennials”, nombre que también toma una serie televisiva de Netflix que retrata este nuevo lifestyle.
 


Si bien se pueden mencionar a los cibercafés -y antes a las confiterías- como antecedentes claros de esta tipología en tanto espacio para una reunión de trabajo, lo cierto es que el término en inglés fue inventado por Bernie en el año 1999. Sin embargo, recién en el año 2005 fue difundido, por Brad Neuberg, quien creó un espacio de coworking en San Francisco llamado “Hat Factory”. En ese caso, la arquitectura aprovechaba la comodidad y la planta libre de un lof pero para muy pocos integrantes. Más tarde, el mismo Neuberg creó “Citizen Space”,  el verdadero primer espacio de coworking en Estados Unidos. A principios de 2018, se estimó la existencia de más de 14.000 espacios de trabajo cooperativo en el mundo, y su número crece en forma constante, teniendo más de un millón de adeptos. Esta tendencia también ha llegado a la Argentina para quedarse. Desde el 2014 se viene realizando en nuestro país la “semana del coworking”, evento anual organizado por la Red Argentina de Coworking, en el cual los espacios de este tipo pretenden difundir su actividad para captar nuevos “clientes”, realizando charlas, talleres e incluso días de ocupación gratuitos.
 

 
De hecho, su invasión es tal, que se verifica una nueva tendencia, la de incluirlos como parte del programa arquitectónico de los nuevos desarrollos inmobiliarios de vivienda. Perdida la otrora constante de una rutina laboral, ahora se podría ir a trabajar bajando unos pisos a un espacio hiper moderno y diseñado. Así, no sólo se cuentan con las ya tradicionales “amenities” para este tipo de emprendimientos para las clases acomodadas, desdibujando aún más el límite del espacio laboral y del privado. Suelen incluir un gran número de unidades para repartir los gastos de manutención de la nueva función, una más que se suma a los requerimientos de una vivienda moderna y que hace punta en la complejización de una tipología con miles de años de historia, ¿quién hubiera pensado que se seguirían sumando usos?
 

por Andrés Muñoz, arq.

Nuestra ciudad capital será la primera sede latinoamericana de la histórica “Exposición Universal”, hoy renombrada como “Exposición Internacional”. La Expo, además de atraer a millones de turistas dejará tras de sí un profuso legado arquitectónico. Desde el “Palacio de Cristal” de Paxton hasta el “Pabellón de Barcelona” de Mies o el “Pabellón de Holanda” de MRDV en la Expo de Hannover del 2000. Además, aquello que se construya estará en el centro de todas las miradas….

por Andrés Muñoz, arq.

 
Que se priorizan muchas otras cuestiones, incluso la conectividad y el transporte, por sobre el patrimonio no es novedad, pero esta vez se están llevando puesta al propio lugar de formación de restauradores patrimoniales, único en su tipo….

por Andrés Muñoz, arq.

 
La Subsecretaría de Registros, Interpretación y Catastro (DGROC), dirigida por el Arquitecto Rodrigo Cruz y perteneciente al Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte ha finalmente Reglamentado los nuevos carteles de obra para la ciudad de Buenos Aires….

Por Andrés Muñoz, arq.

Mientras tres cuadras de cola atestiguan el multi y excesivamente promocionado interés por la obra de la ex Confitería “El Molino” y la televisión y los diarios se llenan de notas al respecto, algunos edificios parecen no correr con tanta suerte. Mientras todas las luces apuntan a una restauración que se hizo esperar, algunas cosas parecen ocurrir allí donde la luz no llega….

por Andres Muñoz, arq.

 
Alguna vez el espacio supo ser el viejo Hospital de Clínicas de 1887, allí donde se filmó la primera operación del país y por primera vez se aplicó insulina, entre tantas otros hechos de la historia médica nacional.  Con sus pabellones perimetrales encerraba en su centro los necesarios espacios de asoleamiento y la misteriosa Capilla neogótica -que en rigor de verdad es la Parroquia San Lucas- la cual sigue estando en uso con su función original cuando el terreno circundante no está en obra. Es que en los últimos años, “la plaza” fue víctima de numerosos cambios que desdibujaron la intención original de dejar un vacío en un sector urbano con una trama bastante consolidada y una densidad de usos propia del centro porteño.
 

 
Así, con los militares en 1980 el sector se transformó en un triste paisaje gris de hormigón armado que ocultaba por debajo dos subsuelos de estacionamiento. Si, en algún momento de la historia (y no hace tanto tampoco, recordemos la Plaza Emilio Mitre) se pensó que agregar estacionamiento debajo de los espacios públicos era la solución a los conflictos que acarrea el automóvil. El espacio, más bien percibido como inseguro y degradado perduró por años hasta la reciente reforma de hace un par de años. Allí, se incorporaron los típicos chiches del gobierno actual, una sumatoria de stands genéricos debajo ni encima de los cuales no crece el pasto.
 

 
Y ahora, el primero de los dos subsuelos está a punto de ser inaugurado como cine y patio de comidas. Producto de una inversión privada, se pretende, claramente, atraer a los estudiantes de las Facultades de la U.B.A. vecinas, Sociales, Odontología, Medicina y Económicas.
En definitiva, esto no hace más que reforzar su vocación de espacio condenado a ser cualquier cosa menos plaza; saturación de uso comercial en vez de espacio vacío; más hormigón y algo de vidrio y alfombra en vez de pasto, árboles y niños corriendo.
El Gabierno de la Ciudad, no tuvo mejor idea que denominarlo “Campus Urbano” y pretenden que impulse el desarrollo social, económico, cultural y urbano-ambiental de la zona. Veremos como funciona.