Hoy celebramos al arquitecto Álvaro Siza, Premio Pritzker en 1992, en su cumpleaños, con una selección arbitraria de sus obras.
Siza nació en Matosinhos (Portugal) en 1933. Su primera obra –cuatro casas en Matosinhos- fue construida en 1954, antes de concluir sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Porto (actual Facultad de Arquitectura de la Universidad de Porto – FAUP), lo que ocurriría un año más tarde.
Un aspecto interesante de la trayectoria de Siza es su interés inicial por la escultura. Esta es una marca que recorrerá toda su obra arquitectónica y que le confiere singularidad. Entendida por muchos como una continuidad de que fuera su pensamiento y los principios del modernismo, es realmente posible reconocer en su obra la influencia de uno de los grandes del movimiento moderno: Alvar Aalto. Sin embargo, su trabajo es también considerado un representante de lo que Kenneth Frampton llamó regionalismo crítico. De hecho, se reconoce en sus edificios una sensibilidad en relación las técnicas de construcción tradicional y el espíritu del lugar donde se insertan.
La arquitectura de Siza escapa definiciones más precisas. En cierto modo, es simultáneamente moderna y tradicional, y del mismo modo en que presenta una sensibilidad en relación al lugar donde se encuentra, exige esa misma sensibilidad al usuario para ser aprehendida.
“La relación entre la naturaleza y la construcción es decisiva en la arquitectura. Esa relación, recurso permanente de cualquier proyecto, es para mí una especie de obsesión: siempre fue determinante en el curso de la historia y, sin embargo, tiende hoy a una progresiva extinción”
Maestro Álvaro Siza, salud!
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