La fachada del Movistar Arena B.A. fue una propuesta del estudio de arquitectura Edgardo Minond. La gran obra se llevó a cabo en colaboración con el equipo de Grupo MSH, una empresa de diseño industrial con innovación y visión de futuro. Este proyecto innovador demuestra todo lo que se puede lograr con el acero, y transforma a este material en un elemento clave para crear soluciones arquitectónicas únicas.

El Movistar Arena B.A. se implantó en la ciudad con el objetivo de traer toda la tecnología a disposición de la vida cultural: desde shows hasta mega eventos con participación de diversos artistas.

La fachada presentó desafíos urbanos y técnicos debido a su gran superficie. Un extenso bloque de concreto expuesto a la radiación solar y la interacción con la ciudad requerían una solución creativa y funcional.
Las piezas urbanas de escalas oceánicas exponen grandes superficies continuas y opacas. El acero permitió transformar la superficie en un gran lienzo dinámico, que representa los 5.800m2. En él se plantea un sistema de paneles metálicos que rotan en 6 ángulos diferentes: desde los 0° hasta los 75°. Las rotaciones crean una ilusión de movimiento y variaciones en la sombra según el sol.

Diseño algorítmico
La decisión de disposición de cada elemento sobre la fachada se basa en un algoritmo que interpreta cada panel como pixel de un gran mural, transformando información de coloración en ángulos de rotación y de perforaciones diferenciadas.
La fachada aporta dinamismo visual, y con ella ofrece a los visitantes una experiencia de fluidez y modernidad. Pero la obra no sólo brinda carácter estético en la gran superficie, sino que también brinda una protección aislante del hormigón para que no sea expuesto a grandes cantidades de radiación solar.
El diseño implicó la creación de casi 1.500 soportes únicos para los paneles, asegurando la geometría fluida y orgánica de la fachada.

El proyecto se realizó con los productos Cincalum® de Ternium, el mayor fabricante de acero de Argentina. Las bobinas de acero revestido por inmersión en caliente con una aleación de aluminio/cinc en ambas caras permitieron la realización de la enorme fachada.

Desde el principio, la propuesta pretendía abordar los desafíos utilizando procesos de diseño algorítmico, con el objetivo de resolver todos los problemas simultáneamente.
Dos algoritmos se encargan de la complejidad en la fachada. El primero como traductor de pixeles a panelizado, dando la posibilidad de evaluar alternativas visuales en tiempo real. El segundo se encarga de ejecutar la producción de los 1.600 portadores diferenciados y su correcta codificación para poder ser montado in situ, de manera sencilla y eficaz.
Ubicación: Villa Crespo, CABA, Argentina
Estudio de arquitectura: Edgardo Minond
Año: 2019
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