Se trata de un edificio Ramallo 3212 ubicado en el barrio de Saavedra. Consta de 7 unidades distribuidas en 4 pisos. Cada departamento es de dos ambientes con estar, comedor, cocina y balcón integrados. Las unidades toman todo el ancho del lote maximizando la iluminación y permitiendo ventilación cruzada.
La fachada del frente se trata con parasoles corredizos que permiten proteger el interior del sol horizontal del oeste, le dan movimiento y variación a la fachada, mientras que el resto de los muros que completan por fuera al edificio el estudio opto por un revestimiento acrílico Raya 2 Mediano TARQUINI para mejorar la impermeabilización exterior.

Raya-2 ® es un revestimiento mural de alta estabilidad que brinda a la superficie revestida una imagen de piedra natural.
Impermeabiliza sin evitar la normal respiración de los muros. Resiste a la intemperie y a los rayos UV. Es de fácil aplicación. Es muy resistente a los climas rigurosos y está especialmente recomendado para aplicar en construcciones cercanas al mar, ya que previene la formación de hongos y algas.
Raya-2 ® está especialmente indicado para aplicar sobre: revoque fino y grueso fratasados, yeso, placas de roca de yeso y placas de cemento.
Ficha técnica del producto ingresando acá.
AMEDIDA es un estudio de arquitectura joven y con experiencia en distintas escalas de proyecto y obras.
Brinda un servicio personalizado e integral, generando diseños únicos y a la medida de cada cliente. Resuelve desde un buen diagnóstico o primeras ideas a la materialización de la obra, para reformas, obras nuevas y desarrollos inmobiliarios.
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La planta baja se desmaterializa completamente al transformarse en un túnel verde que estatiza un exterior capturado. Como lo supo hacer Henri Labrouste en el hall de la Biblioteca de Santa Genoveva en París, el mural de
El mágico espacio del hall se continúa por pisos y paredes, entrepisos y escaleras. La cinta metálica de Fabiana Sambresqui nos conduce casi sin darnos cuenta por tres niveles que nos llevan a ingresar de nuevo al interior, esta vez materializado con suntuosos mármoles y lámparas de cristal de la Cafetería Wine Bar Trapiche. Lo biológico da paso a lo mineral, a lo textil, a lo leñoso, como reminiscencias de lo que alguna vez fue un elemento inserto en la naturaleza. La ausencia de tratamientos que regularicen las formas orgánicas toma fuerza en el estar para un hombre en crudo, de Santiago Bertotti y Agustina Allende Posse, donde las rocas, piedras y revoques son exhibidos en toda la rudeza de su propia expresión.
Pero el verde no se pierde, está presente en el mural Cíclope sobre la fachada de María Pilar Tolosa y Julián Facundo Razquin, reaparece en los micropaisajes que Ariel Oliva monta en los balcones y en macetas de todo tipo y tamaño. A veces dispuestas como elementos estructuradores del espacio, a veces simplemente como detalles que aparecen en el lugar más indicado. Algunos espacios se sirven de la vegetación como un elemento directamente funcional al uso mismo del espacio, otros sencillamente lo toman como un elemento de decoración más.
Casi al final del recorrido, reaparece, lo que en las muy acertadas palabras de sus autoras, se denominó “el contacto con la belleza de lo natural”. El baño público de las arquitectas Paula Casado y Mariana Paccieri nos encierra en una burbuja verde de la que cuesta salir. El verde alcanza una presencia impensada que se multiplica sobre las superficies espejadas que sólo se vela al accionar el sistema de vidrio inteligente.



