El mundo se enfrenta a una gran crisis de aprendizaje. Los sistemas educativos se han vuelto tan genéricos y sistémicos que no brindan atención personal, innovadora y optimizada a sus alumnos. Si bien los países han aumentado significativamente el acceso a la educación, estar en la escuela no es lo mismo que aprender. En todo el mundo, cientos de millones de niños alcanzan la edad adulta sin las habilidades más básicas, como calcular el cambio correcto de una transacción, leer las instrucciones de un médico o comprender el horario del autobús, y mucho menos construir una carrera satisfactoria o educar a sus hijos. El centro de la construcción del capital humano. Si se imparte bien, la educación, junto con el capital humano que genera, beneficia a las personas y a las sociedades. Pero la pedagogía se enfrenta a una prueba real en los tiempos de hoy, ya que se ha mantenido muy estancada y rígida en su discurso. Una gran razón por la cual la crisis de aprendizaje persiste es que muchos sistemas educativos en todo el mundo en desarrollo tienen poca información sobre quién está aprendiendo y quién no.
Se supone que las escuelas son las verdaderas «incubadoras de innovación» que dan forma a los niños del futuro. Las escuelas deberían inspirar asombro, creatividad e innovación a través de la enseñanza y el aprendizaje. Las escuelas deben ofrecer entornos acogedores que infundan confianza para perseguir nuestros sueños e intereses. Entorno escolar, ya que la revolución industrial ha hecho mucho menos para renovar sus espacios sombríos, aislados y sin vida.
El concurso busca la creación de una «escuela para el futuro» (grupo de edad de 5 a 12 años) que niegue por completo la tipología de edificios regularizada de las existentes.
La competencia busca radicalizar el sistema escolar a través de la arquitectura no solo en términos de mejorar la calidad del ambiente de estudio, sino también de modernizar el sistema y romper todas las divisiones de clase físicas y metafóricas en un sistema escolar completamente nuevo.
Los participantes deberían idear nuevos sistemas pedagógicos que negarían las estrategias de enseñanza genéricas y darían más importancia a los intereses y aspiraciones personales de los estudiantes.
La competencia busca ideas de los participantes para crear un ambiente divertido para una escuela intermedia que comprenda las necesidades individuales de cada niño pero que sea de naturaleza muy colaborativa.
Cronograma:
Fecha límite para presentar proyecto 29 de febrero de 2020
Anuncio de ganadores Fecha 25 de marzo de 2020