por Andrés Muñoz, arq.
El gigante de 14 pisos fue proyectado durante el gobierno de Juan Domingo Perón con
aspiraciones de ser el hospital más grande de América Latina y nunca se terminó de construir.
El edificio, ya desocupado y demolido, ahora tendrá un nuevo destino, será la sede del Ministerio de
Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, proyecto que además contempla obras de
infraestructura y mejora del espacio público para integrarlo al barrio de Villa Lugano. La
propuesta arquitectónica de los Arquitectos Álvaro García Resta y Martín R. Torrado retoma
además la huella original, a modo de memoria histórica.
«El concepto es que este edificio bajo se integre al barrio, no
que lo esconda, como sucede ahora con esta mole de 14 pisos.
Queremos que el nuevo Ministerio de Hábitat y Desarrollo
Humano sea un puente y no una barrera», señaló Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Donde antes había un espacio insalubre, se generará un pulmón verde que funcionará como
fuelle social para la integración con el barrio y con el resto de la ciudad.
Respecto al edificio para el nuevo Ministerio, consiste en un único volumen de tres niveles que
se alinea con la Avenida Luis Piedra Buena, creando una fachada institucional continúa que
recompone la silueta fragmentada de la avenida. En cuanto a su etapabilidad, se resuelve en
tres módulos, pensados para ser ejecutados en una, dos o hasta tres etapas. Asimismo, cada
módulo posee núcleos propios y la posibilidad de funcionar de forma autónoma.
El edificio de planta libre se organiza en tres niveles destinados a oficinas (tipo open-office con
despachos independientes para directivos), una planta baja con programas varios (comedor,
salón de usos múltiples, auditorio, banco, etc.), un subsuelo de servicio y, en la azotea, una
terraza verde que funciona como expansión del comedor y mirador.
La demolición de la estructura de hormigón armado y las mamposterías existentes se realizó
piso por piso a partir de la terraza. Antes de empezar con las tareas de demolición, se debieron
relocalizar debidamente a los habitantes del edificio y sus inmediaciones.
El proceso comenzó con la elevación de retroexcavadoras con una grúa desmontable. La
maquinaria que emplea Venegoni Hermanos puede circular por pequeños espacios y posee
martillos neumáticos y palas mecánicas que pican paredes y remueven los escombros
producidos. Éstos caerán por un sistema de tubos hasta el sótano y serán posteriormente
reutilizados para rellenar los subsuelos del mismo edificio. Además de esto, se emplearán para
ganar terreno al río en la ampliación del Aeroparque Jorge Newbery y la instalación del Distrito
Joven.