La pixelación es natural a las imágenes: es la unidad de color aplicada a la digitalización y asociada siempre a la calidad de imagen. Cuando miramos de cerca una fotografía digital o cuando imprimimos más grande de lo que la imagen permite, empezamos percibir esa pixelación, vemos los cuadrados muy grandes y la totalidad se pierde. Los televisores de pantalla plana, miden su calidad en la cantidad de píxeles que pueden mostrar. A más píxeles mejor calidad de imagen.
Hay un ejemplo interesante en una pintura de Dalí. El cuadro se llama “Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln”. A distancias diferentes pueden verse dos cuadros distintos.
Es en estas dos escalas donde me quiero detener, estas dos posibles visiones que expone Dalí, expresamente en el nombre del cuadro inclusive. El cuadro es del año 1975, si bien las computadoras ya existían, hablar de pixelización es algo que no deja de sorprenderme.
En un segmento del High Line de New York, el parque corre debajo de una de las construcciones antiguas del complejo. El artista y fotógrafo Spencer Finch usó los colores del Río Hudson para generar una suerte de aventanamiento sobre uno de los lados del HL. Cada ventana está subdividida en paños más pequeños. Cada uno de ellos representa un pixel elemental de cada una de las fotografías que tomó del río a lo largo de un cierto periodo de tiempo. Están ordenadas cronológicamente de manera que pueden leerse de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo las variaciones de color del río a lo largo de esta jornada. Los paneles muestran esos colores modificados por la luz y sus cambios atmosféricos. El resultado expresa el color del río y sus variaciones.
Tomando cierta distancia, los colores del río tiñen el ambiente contagiando el espíritu del río, trayéndolo hasta la orilla del parque.
Pixelación como estrategia de diseño
Contrapongo aquí la vista de las plantas y secciones con el acercamiento y la vista total del proyecto, al alejamiento y la vista en perspectiva del objeto.
Trasladado a la arquitectura, la pixelación tiene que ver con la repetición de la unidad y esa unidad ya no como un color o una síntesis atmosférica, sino una repetición de singularidades o una unidad programática de usos. Se trata de que la agrupación de estas peculiaridades produzcan una expresión total y única. Se diferencia de la habitual extrusión de plantas tipo donde cada planta repite su inmediata superior o inferior, cumpliendo con las específicas necesidades de la estructura e instalaciones. Estas propuestas hay una inversión significativa en la coordinación y la ingeniería de recursos aplicada directamente a la expresividad que será visible en elevacion y también en secciones. Entonces hay dos vistas, con dos escalas diferentes: el píxel, la unidad que se repite o se distingue y el conjunto.
En la estrategia de pixelación, la intención es expresar esta suerte de grilla de colores que se materializa y desmaterializa, que se constituye y se repite para luego desaparecer y exhibir su estructura o su soporte.
Me voy a referir a dos arquitectos y dos proyectos que trabajan la pixelación en forma diferente con interesantes resultados.
La animación del proyecto de 56 Leonard Street en Tribeca, New York de los arquitectos Herzog & DeMeuron, muestra una lluvia de elementos que van cayendo sobre el terreno y se apilan casi indefinidamente en forma irregular y aleatoria, link de la animación (1). El proyecto tiene como premisa fundamental la individualización de cada una de las 145 residencias.
“The project is conceived as a stack of individual houses, where each house is unique and identifiable within the overall stack.” – El proyecto está concebido como una pila de casas individuales, donde cada casa es única e identificable en toda esa montaña. (1)
Se expresa la individualidad de cada unidad, de cada casa (pixel) mostrando su diversidad dentro del conjunto. El proyecto resuelve su imagen final en la acumulacion de estos píxeles, (las casas a las que los proyectistas refieren) todos en su diferencia, pero que resuelven su propio caos en la unidad de las materialidades del proyecto proponiendo una geometría que se va haciendo más y mas irregular, desmaterializando su masa a medida que crece en altura . La tipología no es algo que los arquitectos se han propuesto, este una obra tipológica, su intervención es programática y como tal es única e irrepetible.
El resultado es por demás interesante y su resultado y construcción ha generado una atención inusitada entre la comunidad de arquitectos y new yorkers. Al respecto hay un artículo que refiere al está obra en este blog, mientras que aquí solo estoy analizando las diferentes estrategias de diseño.
Otra obra que trabaja la pixelación es el Mahanakhon de OMA, en Bangkok, Tailandia. El conjunto es una gigante prisma pixelado donde cada uno de los ellos es una unidad que puede ser un departamento, una habitación de hotel o alguna singularidad que se repite en este caso, en un extenso y complejo programa. Pero el conjunto va siendo afectado mostrando su visceral estructura, exhibiendo su contenido a medida que se abre en forma de espiral y hacia arriba. En estas terrazas, hay plazas y lugares que conectan esos espacios, agregando una experiencia de calle a lo largo del proyecto, extendiendo la ciudad que atraviesa el volumen.
Las plantas reflejan esta desmaterialización, ya que integran el paso de la ciudad en su recorrido. Cada planta contiene, de una u otra forma, la conexión con la ciudad, de manera tal que ya no hay dos plantas iguales, sino que en la aproximación se ve el concepto de la propuesta, se ve su pixelización.
Estas dos estrategias tienen que ver con la definición de la unidad. En la obra de New York, la unidad es diferente y definida hacia adentro y su acomodación en el contexto tiene que ver con la simple sumatoria de elementos. En el de Bangkok, la unidad tiene una clara definición en dimensión y forma y su excepción es su forma de expresar la ciudad por la que el volumen es atravesado.
Pixelación cosmética:
Hay arquitectos que implementan la pixelización pero solo como una expresión de sus elevaciones, sin consecuencias en las plantas o secciones. La propuesta de Jean Nouvel en Tribeca es un claro ejemplo de esta estrategia. Su fachada es la suma de aventanamientos de diferentes dimensiones, colores y tonos para lograr una expresión contemporánea. Esta expresividad no tiene consecuencias en sus plantas, que si bien se ven muy interesantes, es bien claro que el exterior es una piel sin determinar o condicionar el interior como ocurre en las propuestas de OMA o de Herzog & DeMeuron.
Christian de Portzamparc tiene una estrategia similar. Las elevaciones tiene la misma impronta de claroscuros en tonos de azul muy pixelado, pero sus plantas tienen un concepto de loft y espacialidad de la década del 90. En este sentido entonces la complejidad y la expresividad lograda en la fachada como consecuencia de la pixelización no encuentran relación con el interior. La mirada de cerca está desvinculada de la mirada de lejos.
Las estrategias de diseño son formas diferentes de pensar los proyectos, pueden ser ideas traspoladas que renuevan las formas de proyectar. Más o menos contemporánea, la pixelación es una forma de abstracción o síntesis, al menos de esa unidad donde es posible tener una impronta del conjunto simultáneamente con la materia de la que está hecha. De la misma manera que algunos artistas se proponen esta visión dual de lo que está cerca y de lo que está lejos en pintura o en fotografía, algunos arquitectos que usan este recurso agregando una capa mas de análisis y contenidos para realzar y profundizar sus propuestas estéticas.
Adrian F. Menichelli
[email protected]
- Memoria de proyecto de los arquitectos Herzog & DeMeuron, ver su website
MUY INTERESANTE ADRIAN, TOMAR EL PIXEL COMO UNIDAD MORFOLÓGICA
YA SEA EN DESDE EL ASPECTO FORMAL COMO DESDE EL FUNCIONAL
DESDE YA QUE DESDE EL ASPECTO FUNCIONAL DA RESULTADOS MAS
INTERESANTES!!