por Andres Muñoz, arq.
En el transcurso de esta semana los principales medios locales anunciaron con bombos y platillos la buena nueva, para mediados del año próximo toda la ciudad estará iluminada con luces LED. Las notas se ilustran con infografías que contienen las progresiones geométricas del crecimiento y que no dejan lugar a la duda, el cambio es favorable, aunque no se reconoce allí ni un ápice de melancolía.
Desde el año 2013 la Ciudad implementa un plan de eficiencia energética de alumbrado público. Esta tecnología le permitirá a la ciudad una reducción del consumo energético de entre el 40 y el 50% por ciento. Además disminuye la emisión de dióxido de carbono y triplica el tiempo de uso de las lamparitas.
La luz blanca que produce la iluminación LED favorece el reconocimiento facial y la correcta percepción de los colores, no solo a simple vista, sino incluso en las cámaras de video vigilancia. La tecnología LED se sumó también al Sistema Inteligente de Tránsito. Como las ópticas son más visibles, los conductores pueden divisar el color del semáforo a mayor distancia; esto le otorga un tiempo mayor para realizar maniobras.
El sistema permite controlar todas las luminarias LED telegestionadas de la ciudad desde un tablero de control centralizado, pudiendo regular la potencia de la luz, prenderlas y apagarlas y detectar las luminarias que no funcionan o que quedan prendidas durante el día.
Con la implementación del Nuevo Plan de Alumbrado Público, la ciudad de Buenos Aires se suma a esta tendencia mundial la cual si bien a todas luces demuestra ser muy ventajosa cambiará radicalmente el paisaje nocturno de nuestra ciudad. La ciudad de Buenos Aires perderá su acostumbrado color amarillento y pasará a tener un blanco radiante. Quizás así se pierda parte del misterio que envolvía a las criaturas de la noche en pos de la seguridad y la sustentabilidad. La sensación de transitar por una Buenos Aires ocre será en breve una experiencia del pasado, como quedó en el recuerdo la Buenos Aires iluminada por velas y posteriormente iluminada a gas. Este que estamos viviendo no es un cambio más sino que es uno que marcará un hito en la historia lumínica de la ciudad.
Por si todavía querés experimentar la Buenos Aires que dejaremos atrás, aún quedan algunos sectores de la Ciudad sin blanquear, los barrios de Palermo, Micro y Macro centro y algunos barrios del Sur conservan aún una Buenos Aires que pronto dejaremos atrás, para nunca más poder volver a contemplar.