Louis, por siempre Louis Kahn

Louis, por siempre Louis Kahn

por Adrián F. Menichelli, arq.
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Siempre admiré mucho a Louis Kahn, no sólo porque era capaz de hacer muy buena arquitectura, sino porque además podía escribir y enseñar basándose en su experiencia y en diseño de simples gestos o de recursos tomados de la versiones vernáculas.
Durante mi paso por la FADU,  él fue quien yo consideraba el maestro de movimiento de volúmenes. Sus edificios tenían esta particular forma de conectar esos cuerpos que fue nuestra inspiración en el proyecto de Arquitectura II. Una escuela donde los volúmenes de auditorio y SUM se articulaban con las aulas a través de una galería de vidrio que hacía de conector y expansión para recreos. Miré, estudié, dibujé, fotocopié y colgué sus dibujos en  mi habitación, durante el cuatrimestre intentando absorber todo lo que podía de su arquitectura. El resultado fue muy bueno y mi conexión con él se fue incrementando.
El primer libro que de arquitectura que leí fue uno de Louis Kahn: Forma y Diseño.

Un libro muy sintético donde el arquitecto describe,  entre otras cosas, el proceso de diseño y las discusiones, idas y vueltas durante sus reuniones con la comisión de construcciones de la Primera Iglesia Unitaria de Rochester. En estos escritos es donde puede verse también la calificación de espacios servidos y servidores. Aunque breve, lo usé durante toda mi carrera, al punto que lo cité en casi todas las materias que cursé. Paulatinamente fue creciendo mi admiración hacia su obra al mismo tiempo sólida y perdurable. Durante mi años de estudio no fueron pocas las veces que me acerqué a su producción,  ya que me resultaba muy tentadora, especialmente la escala de la casa, esta iglesia que mencioné anteriormente y un convento. Más tarde descubrí Los Laboratorios Salk en La Joya, el Museo de Arte Británico y la Galería de Arte Americano, ambos en Yale University. Y finalmente estudié la Biblioteca de Exeter y el Museo Kimbell más en profundidad.
Quizás mi progresiva entrada, quizás la nobleza que encontraba en cada obra hizo que al día de hoy lo considere uno de los arquitectos más relevantes de la última mitad del siglo XX. Pero en lo personal mi admiración es total, su obra es sólida, perdurable, genera su propio lenguaje y provee lenguaje para otros edificios y programas. Si bien cada diseño está estudiado y tomado de forma particular al terreno, en mi opinión genera tipología sobre todos en la forma de conectar volúmenes. La forma en que esos volúmenes dialogan y se relacionan ha sido replicada y citada por infinidad de arquitectos alrededor del mundo.

Kahn fue mi compañero inseparable durante toda mi carrera y  cuando vine a vivir a USA , empecé a chequear cuán lejos estaba de cada una de sus obras. Hace unos años tuve la oportunidad de visitar Yale y sus dos museos . . .  están intactos! ! ! Tal como me los había imaginado. Especialmente han sido mil veces fotografiados y mostrados de los más diversos ángulos al punto que tenía tan claro el edificio en mí, que me resultó muy natural recorrerlos. Especialmente el de Arte Británico con sus grandes patios. No importa donde uno mira, siempre hay una composición, un diálogo de volúmenes y escalas. A lo largo de toda su obra puede verse que la selección y la calidad de los materiales elegidos están como el primer dia. ¡Cuánto valor tiene esto, en nuestra cada vez más efímera práctica de la arquitectura!
Visitando Rochester a finales del año pasado, escala obligada era la Iglesia Unitaria diseñada y construida entre 1958 y 1961 y luego extendida con un proyecto complementario en el año 1969 que mencioné mas arriba. El edificio parece haber sido terminado ayer. En parte porque los materiales que ha usado (bloques de concreto, estructura de hormigón y madera) tienen una convivencia casi perfecta y también porque necesitan muy poco mantenimiento. Pero por sobre todas las cosas, por el amor y el cuidado que tienen los miembros

De esta Iglesia por su edificio. Cuando me acerqué con la cámara, era obvio que iba a ver el edificio y no era un feligrés, me preguntaron de dónde era, cómo era que conocía al autor y me llevaron a recorrer todos los lugares, al punto que en algunos espacios me abstuve de sacar fotos ya que me parecía que traspasaba cierta intimidad. Reconocí muchos detalles pero nunca me imaginé la implantación, si bien la había visitado previamente vía Google Earth. La forma en que está articulada sobre el terreno es muy interesante. El edificio de la iglesia tiene terrazas y estacionamientos adyacentes que sirven de expansión de los espacios interiores y más allá, circundando el edificio tiene un serie de veredas y remansos para contemplación o reflexión antes de perderse finalmente en los bosques vecinos. Si bien la obra está ubicada en una zona muy urbana, no es excesivamente densa y los edificios tienen bastante lugar entre sí.

A la vuelta de mi viaje a Rochester, abrí mi libro de Kahn donde están las fotos mucho más cercanas a la fecha de construcción de la Iglesia y una vez mas . . . .no ha pasado el tiempo.
Kahn siempre se ha preguntado sobre lo que un edificio quiere ser y esa es una pregunta que se responde sola al ver la iglesia, intacta y tan llena de vitalidad, tan aprovechada por sus concurrentes.

Rochester (New York) es en gran medida una ciudad universitaria. Entre el Rochester Institute of Technology (R.I.T.), University of Rochester or Monroe Community College hay una población  masivamente universitaria. Tuve la oportunidad de visitar el R.I.T. y fue muy curioso encontrar similitudes en la arquitectura de Kevin Roche de esta universidad con la arquitectura de Kahn. Me refiero específicamente al grupo de edificios que Roche hizo para la administración, sindicato de alumnos y gimnasios en 1969. El lenguaje: ventanas, volúmenes y el tipo de relación que los edificios tienen entre sí está muy cuidado de manera que cada uno de ellos está determinado en lo que Kahn llamaría espacios servidos y servidores. El volumen de los edificios y su aventanamiento, las proporciones, la forma en que los muros se toman de suelo, su implantación. Todos son elementos que quizás Kahn supo ver en la arquitectura circundante o solo él fue fuente de inspiración para Kevin Roche.

Otra universidad que mencioné más arriba es el Monroe Community College. Estas son algunas fotografías de sus edificios de los cuales no pude encontrar su autor.

No es demasiado aventurado decir que Louis Kahn inspiró e inspira no solamente a mi y a mis compañeros de curso, sino a muchos otros consagrados arquitectos que se dejaron influenciar por su genial forma de componer los espacios y hacerlos permanecer en el tiempo, casi como una fotografía de su momento, sin envejecer, sin perder ni un detalle.
 

20 marzo 20191 Comment
  • Adrian Mendes says:

    Que bueno !! Un remanso el recuerdo de Kahn. En una época de grandilocuencia y arquitectura efímera es importante reforzar la idea de permanencia de conceptos y edificios que fueron pensados para durar en el tiempo .

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