
Elipse
Elipse no es una casa, ni tampoco una oficina, ni un estudio. Pero tiene algo de todo eso. Sobre la vereda, un muro de hormigón y madera separa el mundo privado de la ciudad. De este modo, mientras que la visión total del edificio solo se consigue una vez traspasado el muro, un fragmento del mismo es percibido como imagen previa. La visión total se logra una vez superada la puerta de acceso. Un deck de madera liga la puerta de acceso, e inscribe en el sitio el eje que estructura todo el edificio.
La elipse no solo es una elipse, sino que se ve como tal. En este sentido, el edificio es clásico en la medida en que la forma final deriva directamente de la planta, y al mismo tiempo, existe una correspondencia absoluta entre volumen exterior y espacio interior.








