Casa Zaneijo
Casa Zaneijo se encuentra ubicada en la localidad de Padre Stefenelli, a pocos kilómetros de la ciudad de General Roca, en el corazón del Alto Valle del Río Negro.
El solar, de 1.200 m2., forma parte de una serie de loteos suburbanos emplazados en una zona de chacras, que fueron desplazando parte de las tierras tradicionalmente destinadas a la producción frutihortícola debido al crecimiento poblacional y la búsqueda de mejores terrenos, que permitan un mayor contacto con la naturaleza.
Como vestigio de su pasado, el terreno presenta sobre su margen Este una hilera de ciruelos que se extiende en toda su profundidad. Junto a los álamos (vegetación típica de la zona), conforman el paisaje natural que caracteriza al sitio.
Los clientes, un matrimonio de artistas locales con residencia en la ciudad, plantearon el encargo de una segunda vivienda alejada del centro. Esta sería destinada principalmente como refugio de fin de semana y temporadas estivales, al mismo tiempo que debía albergar un piano de cola.
Los requerimientos programáticos de la Casa Zaneijo eran simples: un único dormitorio en suite, y un espacio común donde convivan cocina-comedor, el living y el pianista con su piano. La necesidad de resolver dicho programa en dimensiones acotadas, favoreciendo la relación de los ambientes con el exterior y priorizando la flexibilidad de los espacios por sobre el resto de las variables se resuelve en dos volúmenes prismáticos yuxtapuestos, construidos sobre el frente del solar, para liberar la mayor cantidad posible de terreno hacia la buena orientación.
El volumen principal, de superficie rectangular y dispuesto paralelamente a los lados menores del terreno, se abre en su totalidad al Norte por medio de grandes aberturas y se configura como un espacio interior único y flexible que alberga las actividades comunes de la vivienda y donde se ubica el piano, pudiendo a su vez dividirse mediante paneles corredizos en búsqueda de un ambiente más privado para practicar el instrumento. Una galería incluida dentro de la misma volumetría hace de alero, y al mismo tiempo enfatiza la relación del interior con el paisaje.
El volumen secundario, de menor superficie y altura que el primero, contiene en su interior el dormitorio y los baños. Las aberturas controladas y la decisión de utilizar un revestimiento continuo de madera vertical para sus tres planos exteriores, permiten que se exprese formalmente como un volumen macizo independiente adosado al primero.
La economía en la utilización de formas es acompañada por una búsqueda de reducir los elementos que componen la paleta de materiales del proyecto: la madera de aberturas y revestimientos contrasta con el blanco pleno de los revoques finos, exteriores e interiores.
Finalmente, se suma a esto una economía en la selección de los detalles constructivos que componen la obra, buscando soluciones simples y accesibles a las premisas planteadas originalmente.
