La casa G493 es una vivienda unifamiliar de uso temporario, ubicada en un lote de barrio privado, cuyo proyecto se articula para dar respuesta a la búsqueda simultánea de privacidad y disfrute del verde. Rodeada de construcciones que intentan sobresalir y ser vistas, esta casa se adhiere al suelo e intenta ser parte de él, para darle protagonismo al paisaje.
La preocupación central del proyecto fue cómo hacer para conservar la intimidad visual respecto de los espacios comunes y, aún así, poder apreciar el paisaje natural por completo. Ver sin ser visto. Incorporar toda la dimensión del espacio abierto, sin sentirse totalmente expuesto. Esto se logró mediante una serie de postes de quebracho que, por su posición en cierto ángulo de inclinación respecto del lote (16º), a determinada distancia uno de otro en relación a su tamaño, bloquean la mirada hacia adentro de quién está pasando por la vereda o la calle y permiten, por esa misma disposición, que los habitantes de la casa disfruten de la continuidad visual con el exterior de uso común. Sentado en el estar de la casa G493, se puede recomponer la totalidad del sitio, desde el parque frente a la vivienda con su monte de eucaliptos centenario, hasta el fondo del lote propio.
El hormigón, que es estructura y cerramiento a la vez, se combina con la nobleza del ladrillo visto, cumpliendo con la demanda de un bajo costo de mantenimiento frente a la alta exposición de sus superficies en este tipo de ocupación del suelo. La madera de quebracho, permite armar tramas de cierre que se sustentan por sí mismas y resisten bien el paso del tiempo y la gran humedad de la zona. La materialidad de la casa G493 alcanza su expresión más contundente en la fachada principal que contiene, en su espesor de quebracho y en su potencia de hormigón, la sombra de los árboles, el brillo del sol, el vaivén del viento, el agua de lluvia bajando despacio; registra lo que pasa en el ambiente y lo pone en evidencia. Luz, aire y distancia, son los materiales principales de esta casa.
La casa intenta albergar las actividades familiares con un mínimo impacto en el entorno. Se piensa como un engrosamiento en la línea de horizonte. La decisión de no cerrar todo el lote propio, sobre el este de la vivienda, permite incorporar la dimensión del espacio circundante, suavizar la escala de lo construido y poner en valor la distancia y el llano, caracterizadores del paisaje local. En el patio de acceso, que articula la transición con la calle, las especies elegidas dan cuenta del paso de las estaciones y es caja de resonancia de la lluvia a través del goteo controlado en las gárgolas. Desde el estar, es un cuadro para contemplar, siempre distinto. Es una casa de llanura, donde el orden de la estructura, la austeridad y nobleza de los materiales, la mesura de las proporciones, y la suavidad de las gestos, terminan de completar un todo que marca un pequeño silencio en un entorno de voces estridentes.
Ubicación Calle Los Nogales. Unidad 493. Kentucky Club de Campo. Funes. Santa Fe
Superficie Total 226.36 m2
Superficie Cubierta 148.26 m2