El arquitecto portugués Eduardo Souto de Mora es el flamante ganador del Premio Iberoamericano de Arquitectura y Urbanismo, otorgado por la X Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, cuyo tema este año fue Desplazamientos/ Deslocamientos.
El Jurado, presidido por Francisco Mangado, justificó esta decisión por el extenso reconocimiento de su obra y la importante aportación de su magisterio en universidades de diversos países. Souto de Moura «establece enriquecedoras y novedosas relaciones entre las distintas escalas, lugares y momentos en los que la arquitectura tiene que desarrollarse, experimentando con materiales y estructuras, que se expresan a través de un lenguaje pleno de emoción» en palabras del jurado.
Eduardo Souto de Moura se licenció en arquitectura en la Escola Superior de Belas Artes de Oporto en 1980, donde fue profesor de 1981 a 1991. Ha sido profesor invitado en las universidades de París-Belville, Harvard, Dublín, Navarra, Zurich y Lausana. Tras la colaboración en el estudio de Álvaro Siza entre 1974 y 1979 estableció su propio despacho profesional en Oporto en 1980. En el año 2011 fue galardonado con el prestigioso Premio Pritzker de arquitectura, y en 2013 el Premio Wolf de las Artes. Su trabajo está estrechamente vínculado al de los también portugueses Álvaro Siza y Fernando Távora, quienes fueron sus mentores.
Según el jurado del Premio Pritzker año 2011:
«En su aparente simplicidad formal, los edificios de Souto de Moura entretejen referencias complejas a las características de la región, el paisaje, el sitio y la historia arquitectónica más amplia. A menudo sus geometrías simples están subrayadas través de la interacción de la luz, lo sólido, lo vacío y la sombra. Souto de Moura ha creado espacios que son a la vez coherentes con su historia como modernos en su concepción. La eficacia de sus obras en general se deriva de la yuxtaposición de elementos y conceptos. Su capacidad única para abrazar la realidad, mientras emplea la abstracción, crea un lenguaje arquitectónico que transforma lo físico en algo metafísico.»
Como principales rasgos de su arquitectura destacan el rigor y la precisión en las formas, así como una profunda sensibilidad hacia el contexto. Al igual que otros arquitectos portugueses, Souto de Moura se preocupa mucho por el entorno físico que rodea a sus obras, así como los detalles y la selección de los materiales, conjugando muy bien al hormigón, piedra, madera y aluminio. Se le suele considerar como un representante del regionalismo crítico.
La arquitectura de Souto de Moura ha evolucionado desde un comienzo condicionado esencialmente por el Minimalismo y la figura de Mies van der Rohe (“la arquitectura de la precisión, de la búsqueda de la perfección en la sucesiva depuración de unos elementos y argumentos constantes”) hacia una práctica arquitectónica con un lenguaje más personal que comparte la interpretación de las necesidades del lugar con la búsqueda de la precisión como una constante. Pero no hay una ruptura sino una reinterpretación de los elementos que ya estaban en el comienzo.
En el Holcim Forum sobre arquitectura sostenible Souto de Moura declaró: «Para mí, la arquitectura es un problema mundial. No hay arquitectura ecológica, no hay arquitectura inteligente, no hay arquitectura sostenible – sólo hay buena arquitectura. Siempre hay problemas que no debemos descuidar, por ejemplo, energía, recursos, presupuestos, aspectos sociales – siempre hay que prestar atención a todos ellos”.