por Andres Muñoz, arq.
Si bien representan entre el 9 y el 15 % de los árboles de la ciudad -tal diferencia aparece en las fuentes consultadas- su efecto se hace sentir en primavera. El procentaje parece despreciable, pero su distribución es casi total en la ciudad. Lo cierto es que produce grandes inconvenientes a quienes sufren algún tipo de alergia.
Acá se pueden ver los barrios con menor y mayor cantidad de plátanos:
Históricamente se lo culpa al ex presidente Sarmiento, como aquél que los trajo y los distribuyó por la ciudad, también lo hizo con los eucaliptus y la nuez pecán, especies en principio menos nocivas. En definitiva el plátano de sombra, oriental o hispánico, según se piense su origen tiene adherentes y detractores.
Su gran altura (puede llegar a los 30/40 metros) hace de las calles de la ciudad un lugar paisajísticamente agradable, al distribuirse sobre calles y avenidas causando estragos con su polen en la primavera por doquier. Posee un alto valor ornamental y es una pieza integrante del paisaje pero sus efectos nocivos son reconocidos por muchos.
Una inmobiliaria, Properati, ha generado a partir de un relevamiento de la Ciudad, un «Platómetro», en donde cada puntito verde representa un plátano. Porque, como ellos dicen, su objetivo «es ayudar a que cada uno encuentre su lugar en el mundo». Al acceder al mapa, uno puede cargar la dirección de su interés y observar la densidad de plátanos de la zona, considerando que cada plátano plantado proyecta su polen en un radio de 50mts a la redonda.
El mapa puede verse acá:
https://properati-blog.s3-us-west-2.amazonaws.com/AR/platanos/platanos.html?z=13&coords=-34.60982870255729,-58.44108581542969
Aunque originado para ser utilizado como herramienta de venta, la idea es muy buena y sirve para que uno al menos sea conciente y en caso de ser afectado por el árbol -como es el caso de quien escribe- elija ciudadosamente el camino a seguir. Media cuadra más bien vale ahorrarse los síntomas alérgicos que produce.