Un puente aterrador | Cuando la elección del material es clave

Un puente aterrador | Cuando la elección del material es clave

por Andrés Muñoz, arq

 
Los principales medios del país se hicieron eco de una noticia que sorprende por su contenido. Al menos dos menores de edad sufrieron quemaduras de diferentes grados al caerse sobre el piso de chapa de un puente peatonal recientemente inaugurado en la localidad de Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba.
Es que, efectivamente, “la chapa” es un material formado por una delgada lámina metálica, la cual por sus propias propiedades físicas es una excelente acumuladora y conductora del calor. Expuesta al sol abrasador del verano, su temperatura asciende rápidamente a temperaturas que varían según su tratamiento superficial y color.
 

Aparentemente el material sería “alumino texturado” y ya fue empleado en otras obras de la provincia sin consecuencias. Aunque Vialidad provincial se comprometió a pintar la superficie con pintura epoxi atérmica, esto no viene más que a solucionar un problema original de diseño o de materialización del diseño en el mejor de los casos.
El “Puente Centenario”, de 73 metros de largo posee cuatro mástiles de hormigón armado de 13 metros de alto y fue inaugurado el 23 de diciembre pasado y une ambas riveras del río San Antonio. Fue pensado como una agraciada atracción turística además de solucionar temas de la conectividad entre ambas orillas.
 

 
Los efectos indeseados generados por la radiación solar sobre la arquitectura no son un caso exclusivo de nuestras tierras. En Londres, por ejemplo, el rascacielos “Walkie Talkie” ha llegado a derretir automóviles. En ese caso, la culpa no era solamente de los materiales sino que la forma colabora generando un efecto “lupa”.
El “puente caliente” como lo denominó el medio cordobés “La Voz del Interior”, es el reflejo construido de la ausencia de una acabada reflexión previa sobre la materialidad. La elección de la chapa para una infraestructura de alto tránsito en uno de los destinos turísticos más populares de nuestro país no sólo no parece la adecuada sino que además terminó causando inconvenientes al propio usuario, destinatario por excelencia y uno de los primeros -sino el primero- de las variables a tener en cuenta al iniciar el proceso proyectual. Esperemos que la próxima vez sea más tenido en cuenta.
 

7 enero 2020No comments

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