por Andrés Muñoz, arq
El espacio del Arquitecto Juan Pinilla y la Diseñadora de Interiores Rosana Palazzo impacta por su materialidad, por la reinterpretación que hace de la función pero sobre todo por la idea que subyace y da sentido a la composición. Efectivamente -hecho que es de destacar- existe una idea, un concepto, una propuesta que va más allá del mero hecho construido.
El baño turco se llama “ELLO”, como aquella voz inconsciente que expresa puramente deseos, diametralmente opuesta al “SUPER YO”, y hace uso de una de las tres instancias en las que Sigmund Freud explicó el funcionamiento de nuestra psiquis.
Basado en esa teoría, este es un espacio, que se anima ¿por qué no? a poner en juego cierto grado de erotismo y sensualidad en parte vedada pero bastante manifiesta para los ojos del ávido visitante. Al ingresar, el espacio lo envuelve a uno inmediatamente en un halo de misterio, que juega con el sentido visual al impedir una clara visión en una suerte de niebla que se entremezcla con los reflejos de los espejos y los brillos de los suntuosos materiales.
Aquella otra faceta, escondida por la sociedad, para un baño público masculino pero presente en el imaginario colectivo, queda reflejada no sólo a través del video del cineasta Diego Stickar, que retrata esta situación y la pone en acción a través de cuerpos coreografiados, sino también a través de lujosos materiales como el mármol, del juego de luces y sombras, de situaciones confusas generadas adrede con los espejos y puertas espejadas de los servicios, el único receptáculo cerrado. En efecto, la mayor parte de la superficie del baño es común, tanto el sector de bachas como un sector de descanso o living conforman el corazón del proyecto -con respecto a su ubicación espacial- además de favorecer a la sociabilización de todos los sexos, al generar una propuesta totalmente neutra.
Estos son espacios cerrados y espacios abiertos que permiten, en palabras del arquitecto “generar un relato, una historia en tu cabeza”. Donde “perderse” entre el uno y el otro es parte del mismo juego. Esta es, sin dudas, una “arquitectura que conecta con sensaciones, con emociones”, sea cual fuera la que genere, es necesario experimentarla in situ.
Descubrí el espacio acá:
CASA FOA 2019 se encuentra en Libertador 2100, Olivos, provincia de Buenos Aires. La exposicio?n podra? visitarse de lunes a domingo de 12 a 20 hrs; los viernes y sa?bados, con Casa FOA Night, horario extendido hasta las 23 hrs.