Una movilidad cada vez menos sustentable

Una movilidad cada vez menos sustentable

por Andrés Muñoz, arq.

El sistema Ecobici prometía un postergado disfrute del transporte público a través del uso de bicicletas de manera gratuita, todos los días, las 24 horas. Según la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Programa surgió para hacer una urbe más verde, siguiendo el ejemplo de tantas otras del mundo.
El objetivo es descomprimir los altos niveles de tránsito vehicular y la contaminación que éste produce y también modificar el paradigma instalado a instancias del movimiento moderno que corona al automóvil como absoluto y total rey y señor de las calles.
Así la idea de “movilidad sustentable” destrona ese modelo y lo aborda desde diferentes aspectos que redundan en la construcción de otro tipo de movilidad. Acciones como el Metrobús, la peatonalización (o “humanización”) del espacio público y las mismas bicicletas fueron pioneras, pero no las únicas.
Es entonces cuando las ciclovías y bicisendas invadieron la ciudad para conformar una red que hace que los mismos ciclistas se perciban más seguros al tiempo que materializan una verdadera alternativa de transporte. La altos índices de uso y su crecimiento sostenido marcan la aceptación que tuvieron en la ciudad.
Empero, en una cultura como la nuestra, la disponibilidad de un bien preciado era desde el vamos un factor de riesgo. La versión oficial dice que el sistema -el cual alcanzó las 400 estaciones- tiene menos demanda, dando como resultado el cierre de 20 de ellas ubicadas en la zona sur de la ciudad. De este modo se reduce el radio de cercanía de -en principio- los usuarios pertenecientes a la zona menos rica de la ciudad, aumentado una inequidad ya endémica y vergonzante. Esta baja tasa de uso se suma a -quizás la verdadera razón para este cierre- los faltantes por robo que se vienen dando desde el principio de la implementación del Ecobici.
Las bicis no son las únicas que nos abandonan, “Lime”, una de las empresas que ofrece los patines eléctricos también se retira. Si bien la empresa no argumenta más que una estrategia comercial, los monopatines no sólo mejoraron las condiciones de transporte sino que también impusieron una nueva moda entre los más pequeños que recibe un golpe.
La sustentabilidad aplicada al transporte también incluye al recientemente arribado carsharing. Así como el monopatín, la posibilidad de alquiler por minuto aumenta la frecuencia de uso de una misma unidad, en vez desaprovecharse en el altísimo costo que tiene para la ciudad un auto vacío estacionado.
Se ha presentado un amparo, en respuesta a las quejas de los vecinos sobre el cierre de las estaciones, el tema está por verse.
 
Acá el listado de estaciones que se pierden:
 
Arbeletche 804 (Nueva Pompeya)
Pepiri y José C. Paz (Parque Patricios)
Carlos Berg 3402 (Villa Soldati)
Crisostomo Alvarez 2873 (Flores)
Osvaldo Cruz y San Antonio (Barracas)
Santander 2347 (Flores)
Irala y California (La Boca)
Primera Junta 3101 (Flores)
Gregorio Pomar 4152 (Nueva Pompeya)
Del Tigre 3935 (Nueva Pompeya)
Tilcara 3318 (Nueva Pompeya)
Traful 3800 (Nueva Pompeya)
Miro 1648 (Parque Chacabuco)
Herrera y Quinquela Martín (Barracas)
Directorio y Olivera (Parque Avellaneda)
Eva Peron y Achava (Parque Chacabuco)
Del Barco Centenera 2292 (Nueva Pompeya)
Mariano Acosta 1801 (Flores)
Juan de Garay y Sáenz Peña (Constitución)
Don Pedro De Mendoza y Palos (La Boca)

29 enero 2020 / by / in ,

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