Por Victoria Baeza arq.
La toma de conciencia patrimonial y la construcción de paisaje cultural realizada por un estudio de arquitectura argentino que rescata restos arqueológicos del siglo XVII en Colonia del Sacramento.
Paseo de la Brecha, obra del estudio argentino del arquitecto Frazzi, una obra privada en un espacio urbano histórico en el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento (Patrimonio de la Humanidad), es el resultado de un proyecto de gestión integral, responsable de hacer ciudad, de preservar los elementos patrimoniales, y de dar carácter a la obra de museo de sitio.
El proceso no fue lineal, ya que a medida que avanzaba, se fueron descubriendo restos murarios de la época colonial y piezas arqueológicas relacionados a hechos históricos de trascendencia en el sitio, lo cual lo llevó a respetar las preexistencias, mejorando, mutando e incorporando los nuevos elementos al proyecto original.
La obra proyectada no afectó físicamente ninguna de las estructuras murarias halladas. En su mayor parte se integraron al proyecto arquitectónico y donde no coincidían con las cimentaciones, las bases debieron reformularse para preservarlas. Los objetos recuperados en la excavación de obra se catalogaron siguiendo los criterios adoptados en investigaciones precedentes en el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento. Los materiales arqueológicos más representativos del proceso de ocupación del sitio se exhibirán en la misma obra, en el pasaje público.
La relación ciudad-paisaje, asentamiento- paisaje, es una de las reflexiones clave en nuestra inquietud por esta obra, ya que los paisajes “protegidos” tienen un gran papel en la construcción colectiva de identidad, y en este caso en buena medida la obra misma resulta ser paisaje o parte de él.
Según César Naselli (1) “a escala geográfica ambos, la ciudad y el sitio, hoy son paisaje construido por una cultura, al menos de modo temporal, ya que la capacidad de regeneración de la naturaleza, con el tiempo retoma su forma luego de cesar la acción humana. Por esto son necesarios la gestión y el mantenimiento permanente de ciudad y paisaje. La especificidad cultural es la que hace distintos a paisaje y ciudad en el territorio, les torna lugares, con nombres propios y reconocibles de otros”. La calidad del entorno dice Amos Rapoport, es “El conjunto de propiedades simbólicas, perceptivas, cognoscitivas, así como de otras características similares que un grupo humano dado considera deseable”.
La ubicación en esta caso es privilegiada, a metros del río, sobre dos padrones que se unifican en forma de L, con salida a dos calles, Virrey Ceballos y Rivadavia, con fuertes desniveles, típicos de las barrancas costeras de ese sector. Los trabajos previos de investigación sobre antecedentes históricos, cartográficos y arqueológicos del sitio, más los trabajos cuidadosos de excavaciones preliminares dentro del predio, llevaron a descubrir restos de la muralla y sus contrafuertes de la antigua fortificación de la ciudadela creada en 1680 por los portugueses, como así también restos de antiguas cerámicas y vajillas, elementos militares, sables , balas de cañón de las sucesivas guerras y tomas por parte de las luchas entre españoles y portugueses, todos de alto valor patrimonial, sugeridos para conservar y exponer al público por parte de la Comisión de Patrimonio Cultural de la República Oriental del Uruguay.
El plan director del proyecto general de la obra, fue la construcción de 8 apartamentos y un local comercial, pero hubo que integrar nuevos elementos relacionados al Patrimonio Cultural que permanecían ocultos en el subsuelo del sitio, acorde que evolucionaba la obra y al seguimiento que hacía el equipo de arqueología.
La intervención consiste en prolongar la calle como un pasaje de la ciudad, un pasaje público interno que atraviesa un antiguo galpón con una serie de células o cajas de viviendas, donde se van intercalando y exponiendo, a manera de museo a cielo abierto, los hallazgos arqueológicos encontrados. El gran espacio del galpón se pone en valor gracias al énfasis en sus elementos significativos, sus altas paredes con contrafuertes de ladrillos a la vista y sus cabriadas de maderas de pinotea que soportan la cubierta, enriqueciéndolo con unas nuevas cajas vidriadas de entrepisos que dan escala al paseo peatonal.
Al igual que en otras obras del estudio, ver CONDOMINIO MOSCONI la utilización de materiales nobles de construcción (ladrillos comunes, hormigón visto, madera, piedra) es una de las premisas de inserción en la ciudad. El conjunto de viviendas se caracteriza por una volumetría simple, una serie de cajas de hormigón visto de tablas en bruto, que se van yuxtaponiendo logrando un escalonamiento gradual que va acompañando los diferentes niveles que afectan la topografía del terreno. El paseo peatonal cobra fuerza con la superposición de estas cajas que generan llenos y vacíos con contrastes de luces y sombras y diversidad de situaciones espaciales y las terrazas mirador, resultantes del escalonamiento se mimetizan con un entorno favorecido por la presencia cercana del río y las construcciones patrimoniales que conforman la escala urbana del barrio histórico.
Ver Obra completa y Ficha técnica Paseo de la Brecha / Arq Frazzi
[1] César Augusto Naselli (1992). De ciudades, formas y paisajes. Asunción: Arquna. (28 de febrero de 1933-Córdoba 25 de agosto de 2015)1 fue un arquitecto argentino de importante producción teórica. Recibió el Premio a la Trayectoria en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo en 2012 por su labor.