Ópera de Harbin

Ópera de Harbin

La Ópera de Harbin ha sido finalmente terminada, luego de cinco años de construcción. La obra, emplazada al noreste de China y construida por el estudio de Pekín MAD Architects, dirigido por Ma Yansong, es un conjunto que acompaña las curvas sinuosas del emplazamiento, cubierto con una suave piel compuesta por paneles de aluminio blanco y superficies acristaladas.

Esta terminación contrasta con los techos, para los que se eligió una superficie texturada de pirámides vidriadas, inspiradas en el hielo, que permite la entrada de luz cenital.
 

Según palabras de los autores, el edificio fue diseñado “como respuesta a la fuerza y espíritu de la naturaleza indomable y el clima frío de la ciudad”. “Vemos la Ópera de Harbin como el centro cultural futuro, una potente fuerza performática así como un dramático espacio público que corporiza la integración de lo humano, lo artístico y la identidad ciudadana al mismo tiempo que se combina sinérgicamente con la naturaleza circundante” dice el fundador del estudio, Ma Yangsong.
Éste es el primer edificio construido, y el más imponente además por tamaño, perteneciente al plan director Harbin Cultural Island —cuyo concurso ganó MAD en 2010— que comprende además un centro cultural y el paisajismo del entorno próximo.
La planta ondulante de la Ópera de Harbin perfila el contorno de tres pétalos que abrazan de manera independiente dos salas de conciertos y una gran plaza pública. Las suaves superficies del exterior continúan en su interior, donde un vestíbulo de entrada de grandes proporciones se completa con ventanas arqueadas y un cielorraso de celosía que se ubica justo debajo del escultural techo de vidrio. Con 79.000 metros cuadrados, la ópera acoge un auditorio con capacidad para 1.600 espectadores y otro más pequeño para 400. El primero presenta formas erosionadas talladas en madera de fresno de Manchuria que lo envuelven escultóricamente, mientras el segundo conecta visualmente con el exterior a través de un ventanal panorámico de vidrio insonorizado, situado detrás del escenario. Las paredes de este segundo escenario se ven como piedras desgastadas. La topografía curvilínea se abre a las vistas de los humedales circundantes a través de una terraza sobre el vestíbulo principal, que funciona como una plataforma de observación. La enorme plaza pública forma el tercer pétalo que se observa en planta, y será utilizado para actividades y funciones al aire libre.
MAD ha diseñado otros edificios culturales incluyendo una isla artificial de cuevas artísticas, un escultural museo con forma de aguja de hielo, también en Harbin y el propuesto Museo George Lucas, en Chigago. Las superficies curvas son un tema recurrente en su obra, recogiendo la ambición de su fundador de generar un nuevo estilo arquitectónico, a la manera de un paisaje.
Las fotografías son gentileza de Adam Mørk y Hufton + Crow.
Más info www.i-mad.com

23 diciembre 2015 / by / in ,

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